¿Miniamnistía?

México del Norte
Por Jorge Mújica Murias

    Los inmigrantes arrestados y en proceso de deportación que no tengan un expediente criminal podrían quedarse en el país. Esa frase resume de alguna manera el viraje en la política de Barack Obama para La Migra esta semana, que prácticamente ordena la revisión, uno por uno, de aproximadamente 300 mil casos de inmigrantes sin papeles en las garras del gobierno.

    “Desde la perspectiva de la seguridad pública y la ejecución de la ley”, mando a decir la jefa de Seguridad Nacional Janet Napolitano a un grupo de senadores que apoyan la reforma migratoria, “los recursos de Seguridad Nacional deben enfocarse en nuestras más altas prioridades… o fallaremos en nuestra misión, atiborraremos las cortes migratorias y desperdiciaremos recursos que debíamos usar en los individuos que son un problema real para la seguridad pública”.

    Entreverada la frase, pero significa que para qué agarrar trabajadores honestos aunque anden manejando con dos copas de más, cuando debían andar sobre narcos y violadores.

    Lástima que había otro documento circulando por ahí no hace mucho, que establecía que la meta de Seguridad Nacional para este año era deportar a medio millón de inmigrantes. Nos hubiera gustado que la nueva carta dijera explícitamente que la meta ya no vale. De otra forma habría una contradicción muy grande. Si todavía quieren lograr su meta, entonces las detenciones seguirán al ritmo que van, a lo bestia, y después revisarán los casos uno por uno para ver si valía la pena detener o no a la persona.

    Suena chistoso, porque si es así, entonces casi casi tendríamos que recomendarle a todo el mundo que ahora si se deje agarrar (a menos que tenga sus cositas pendientes con la ley), porque con la nueva política tendrían garantizado su permiso de trabajo, número de Seguro Social y posiblemente residencia legal.

    Como quien dice, finalmente Obama nos estaría dando la amnistía que tanto hemos buscado, a cambio de pasar primero por alguna cárcel.

¿O Maxipromesa?

            Pero como dijeron todos los activistas en favor de la inmigración con los que platiqué cuando se anunció la nueva política, “Como Santo Tomás, hasta no ver no creer…”

   Y yo me sumo entusiastamente a este punto de vista. Por ahí alguna organización sacó un comunicado de prensa diciendo “Obama nos escuchó”, alabando el cambio de política, pero lo que yo creo que Obama escuchó fue la amenaza muy transparente de miles y miles de inmigrantes de que “no hay reelección sin legalización”.

   Porque Obama es un político en campaña, y los políticos en campaña miden los efectos de sus acciones en la próxima votación, y Barack sabe que ningún latino y ningún inmigrante va a votar por él en 2012 si sigue deportando niñeras, tías, primos y abuelitas, y trabajadores que llevan aquí 20 años partiéndose el lomo y pagando impuestos que no pueden reclamar.

   Y lo malo de todo político en campaña es que prometen todo, hasta lo que en realidad no va a hacer. Creo que a nadie se le ha olvidado que Obama prometió “reforma migratoria en sus primeros 90 días en la Casa Blanca”, y lleva casi mil días y nada de nada…

   O más bien, algo de algo, porque lleva un millón de deportados…

   Si el chamaco de la Casa Blanca de veras es serio, entonces tiene que complementar su “nueva política” con algunas acciones claras y concretas: tiene que eliminar la idiotez de E-Verify; tiene que cancelar la chorrada de Comunidades Seguras”; tiene que cancelar sus acuerdos de Polimigra y tiene que dejar de decir de una vez por todas que “la ley es la ley y hay que ejercerla”.

   Si une las acciones a las palabras, entonces podemos empezar a hacer lo que decía Santo Tomás, a creer… si no, si se queda en las declaraciones y continúa la Polimigra, Comunidades Seguras y sus otros programas contra la comunidad inmigrante, entonces no vamos a creerle nada y de todas formas perderá su banca casita en Washington en noviembre del próximo año…

Contacto Jorge Mújica Murias en mexicodelnorte@yahoo.com.mx