Águilas Ponen Arriesgada Apuesta Europea

Muy pocos han sido los jugadores del viejo continente que han triunfado en la Liga MX, el francés Jérémy Ménez espera hacerlo con el América

Por Léon Bravo

Hace mucho tiempo que el fútbol mexicano ha tratado de lucir joyas europeas en su corona, pero muy pocas de ellas han llegado a brillar.

La adquisición de Jérémy Ménez por parte de las Águilas del América es la continuación de una historia que comenzó varías décadas atrás.

El delantero francés se suma a la lista de jugadores del viejo continente que han pisado territorio azteca, y que en su gran mayoría, han naufragado en su intento de conseguir la gloria.

En épocas recientes, André Pierre Gignac es el único europeo que ha logrado grabar su nombre en letras de oro dentro de la Liga MX.

El artillero galo de los Tigres es uno de los pocos europeos que ha tenido la voluntad de adaptarse a la cultura y costumbres sociales de México.

Más allá de demostrar su profesionalismo y calidad en la cancha, Gignac ha demostrado un gran amor y respeto por el país en el que trabaja.

El experimento holandés

Son muy pocos los jugadores de Europa que han dejado constancia de su paso por la Liga MX.

El espejo retrovisor de la historia nos lleva a los primeros experimentos europeos que fracasaron en México.

Tras la aparición del llamado ‘Fútbol Total’ con el que la selección de Holanda maravilló al planeta en el Mundial de Alemania 1974, el Atlante decidió hacerse de los servicios de tres jóvenes holandeses que prometían convertirse en estrellas.

El experimento de hacer que el cuadro azulgrana se transformara en la “Naranja Mecánica” de México fracasó estrepitosamente.

El Atlante, siendo un equipo pobre, nunca pudo saldar a tiempo los sueldos de los tres jugadores holandeses, quienes tampoco pusieron de su parte para tratar de integrarse a la sociedad mexicana de aquella época.
El polaco mundialista

Años después, el mismo Atlante, ahora bajo la dirección del Instituto Mexicano del Seguro Social, realizó lo que en su momento fue catalogada como una contratación “bomba”.

En la temporada 1982, los Potros de Hierro firmaron a Grzegorz Lato, el mediocampista polaco que hizo brillar a su selección nacional en los Mundiales de 1974 y 1978.

Ya en el último tramo de su carrera, Lato se comprometió con los colores azulgrana y por dos temporadas los defendió lo mejor que pudo a pesar de que su estado físico ya no lo ayudaba.

Más allá de los 16 goles que anotó con el Atlante, y algunos destellos de calidad, Lato fue otro de los europeos que no pudo conquistar a los mexicanos.

El buitre español

Después de Lato, la llegada más sonada de un europeo a la Liga MX fue la de Emilio Butrageño al Club Celaya.
El que fuera astro del Real Madrid se mató en la cancha para que su nombre quedara grabado en la memoria de los aficionados mexicanos.

De 1995 a 1998, el “Buitre” participó en 91 partidos de los Toros del Celaya, a los que llevó a disputar la final de la Liga MX en su primera temporada dentro del futbol mexicano.

Butrageño ha sido de los pocos europeos que en México demostró un compromiso total con su equipo y un sentimiento de solidaridad con la ciudad que lo adoptó como residente distinguido.

Tuvieron que pasar dos décadas para que después de Butragueño apareciera en territorio azteca otro europeo dispuesto a aceptar el reto de hacer a su equipo grande y de sentirse mexicano.

Desde su llegada a Tigres en 2015, Andre Pierre Gignac dio muestras de que quería ser estrella en la cancha y referente histórico de su club.

Habrá que esperar para ver si con las Águilas del América, Jérémy Ménez se convierte en un europeo que fracasó en su paso por México o si ingresa a exclusiva lista de aquellos que se rompieron el alma para marcar diferencia.

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