Algo anda mal

LA COLUMNA VERTEBRAL
El Soporte Informativo Para Millones de Hispanos
Por Luisa Fernanda Montero

    Cuando familias enteras se ven obligadas a abandonar lo que han construido con el fruto de su trabajo honesto, para emprender un viaje incierto, algo anda mal.

    Cuando los niños se enfrentan al temor de verse separados de sus padres y sienten que sus derechos no cuentan, algo anda mal.

    Cuando la discriminación, el racismo y el odio se juntan para rechazar a todo un grupo por su religión, su condición social, su origen o su estatus migratorio, digan lo que digan, algo anda mal.

    La HB56, ley antiinmigrante aprobada en Alabama ha logrado que unos 2.000 niños abandonen las aulas, que cientos de familias se vean obligadas a partir y que las manifestaciones de racismo se incrementen en un estado que a pesar de todo, necesita con urgencia la mano de obra inmigrante.

    Aunque el Departamento de Justicia,  anunció la apelación del fallo de la jueza federal de distrito de Alabama Sharon Lovelace Blackburn, que le dio vía libre a la ley aprobada en ese estado, es evidente que la proliferación de leyes antiinmigrantes obedece a la inacción del gobierno federal.

    Mientras no se cumplan las fallidas promesas de aprobar una reforma migratoria que regularice el estatus de los millones de inmigrantes que viven y trabajan en Estados Unidos, todos vamos a seguir perdiendo.

    Pierde el país que ataca su mano de obra en momentos de crisis económica y laboral, pierden los empresarios, granjeros y empleadores que dependen de los trabajadores inmigrantes que hacen lo que otros no quieren hacer.

    Pierde la comunidad hispana que además de enfrentarse a la rigidez de la crisis debe enfrentarse a la legalización de la discriminación y el racismo.

    Pero no hay que viajar  muy lejos en el tiempo para saber que ésta no es la primera vez que los derechos civiles de los seres humanos se ven violentados en este país.

    ¿Qué sería hoy por hoy de la comunidad afroamericana sin la lucha que por ella libraron hombres como Martin Luther King o mujeres como Rosa Parks?

    ¿Dónde están nuestros líderes?

    Como hispanos no podemos permitir que se continúen violando nuestros derechos fundamentales. Siendo la minoría más grande de este país debemos unirnos para defenderlos.

    Es el momento de que todos aquellos que tienen la posibilidad de hacerlo se hagan ciudadanos. Solo a través del voto podemos decidir el futuro de nuestras comunidades e impedir que nuestros derechos se vean violentados.

    Si no actuamos, lo que hoy pasa en Alabama puede pasar mañana en su condado, en su localidad, en su estado.

    No podemos quedarnos de brazos cruzados mientras proliferan leyes, que como la HB56, permiten que se le pidan documentos a cualquier persona cuando exista una “sospecha” de que es indocumentada.

    ¿De dónde viene la sospecha? ¿De su color de piel, tal vez, o de la forma en que habla inglés?

    El miedo acorrala también a los pequeños ciudadanos estadounidenses que temen por sus padres, sus hermanos o sus amigos.

    Aun cuando las acciones del Departamento de Justicia en contra de la odiosa ley tengan éxito, y ojala así sea, algo anda muy mal en una sociedad que no puede garantizar el bienestar de todos sus miembros y en la que avanzan el odio, el racismo y la discriminación.