Por Alexandra Mendoza
Pocas veces se ve un evento de campaña, como el que se vió esta semana en el Centro de Convenciones de San Diego.
Desde muy temprana hora, simpatizantes del precandidato demócrata, Bernie Sanders, se reunieron a las afueras del inmueble, para escuchar el discurso del aspirante a la Casa Blanca.
El día no sólo consistió, en esta presentación.
Horas antes, decenas de seguidores tomaron las calles del Centro de la Ciudad para manifestar su apoyo, mientras que, a unas diez millas de distancia en suelo mexicano, se realizaba otra acción en la garita internacional de San Ysidro; en donde un grupo de madres y veteranos de guerra que fueron deportados, también mostraron su respaldo al senador de Vermont.
A las afueras del Centro de Convenciones, las filas parecían interminables. La asistencia fue tal, que se tuvo que abrir un salón adicional, para permitir el acceso a quienes no alcanzaron lugar en la sala principal.
Diversos medios de comunicación, calcularon aproximadamente una asistencia de 10 mil asistentes, en su mayoría (millennials), aunque hay quienes piensan, el número total pudo haber rebasado esa cifra.
“Ustedes están aquí, porque están comunicándose entre ustedes, no porque estén siendo convocados por el DNC (Comité Nacional Demócrata), no porque estén siendo manipulados por los medios de comunicación, sino porque están organizándose entre ustedes”, dijo la actriz y activista Rosario Dawson, encargada de presentar al candidato.
La sala estuvo conformada por asociaciones a favor de los derechos de veteranos, grupos latinos, familias y sobre todo, jóvenes.
“Creo que ya es tiempo de tener un presidente que hable con la verdad, y que vea por nosotros los latinos”, dijo Manuel Gutiérrez de 26 años, residente de Escondido.
Ni la pantalla gigante que anunció el triunfo de la candidata Hillary Clinton, en las elecciones primarias de Arizona, pudo cesar la euforia al interior del Centro de Convenciones, que sólo se intensificó en cuanto el demócrata Bernie Sanders, subió al escenario.
Durante su discurso, el precandidato de 74 años retomó la que ha sido su principal línea de campaña, al mostrar su oposición a las inversiones millonarias, que algunas corporaciones inyectan a campañas políticas.
A su vez, Sanders habló de su estrategia para combatir el cambio climático, poner fin a la militarización de agencias policiacas, ofrecer cobertura médica para todos, y cancelar los pagos de colegiatura en las universidades públicas.
Sanders mostró su respaldo a la comunidad latina, y enfatizó la necesidad de obtener una reforma de inmigración, que permita que la mayoría de los 11 millones de indocumentados que viven en el país, puedan salir de las sombras.
“Estaremos del lado de nuestros hermanos y hermanas latinas”, dijo Sanders, lo que fue sucedido por el grito de ¡Sí se puede!, por parte de los asistentes.
“Nuestra política de inmigración hará lo que toda política de inmigración debería hacer, que es unir familias, no separarlas”. Agregó.
El aspirante a la nominación demócrata, dijo que “No es aceptable”, que candidatos como el republicano Donald Trump, “Insulte a los hermanos y hermana latinos y mexicanos”.
“En el año 2016, los candidatos a la presidencia no deberían recurrir al odio e intolerancia”.
Sanders terminó la noche del martes con dos victorias más, en Utah e Idaho, estados que tuvieron el proceso de caucus.
Aunque por el momento, el senador se mantiene por debajo de Hillary Clinton en el número de delegados, Sanders dejó claro que las primarias de California, programadas para el 7 de junio, podrían ser clave en el proceso demócrata.
“California, el estado más grande de nuestra nación, tendrá un importante papel en nuestra apuesta para sacar este país adelante, comentó. Si tenemos un alto número de participación, ganaremos California”.