Por Marinee Zavala
El sureste de San Diego ya es parte de un proyecto piloto que pretende disminuir los índices de jóvenes que ingresan a centros de detención por crímenes relacionados a la violencia y derivados del rechazo y la discriminación.
Durante los últimos meses, aseguran las autoridades, el panorama ha sido difícil para las minorías, y se ha visto a comunidades como la afroamericana e hispana encabezar los registros de arrestos desde temprana edad. Bill Gore, Sheriff del condado, informó las cifras de jóvenes que ingresan a centros de detención cada día son mayores.
“Tiene un impacto desproporcionado en personas de color, no solo en San Diego, sino a lo largo del país”, dijo Gore. “Cuando ves que el 17 por ciento de los arrestos tienen lugar en las escuelas y son a estudiantes afroamericanos o hispanos, y que el 16 por ciento de los niños son remitidos a centros de detención juvenil, te das cuenta que tenemos mucho que hacer”.
El sentimiento de rechazo en estas áreas menos privilegiadas de San Diego es constante desde una temprana edad. Los miembros del sistema de justicia restaurativa aseguran que los jóvenes no se sienten escuchados y perciben discriminación dentro de los planteles educativos.
Treasure McKinley es una adolescente de 17 años de edad y en solo un año ha trabajado con menores de edad en los planteles y centros dedicados a la mediación. “Nos sentimos discriminados en alguna forma. Especialmente hablando de escuelas donde se ve a muchas minorías como afroamericanos, hispanos y personas de color, por supuesto que nos sentiremos discriminados, es como si el mundo estuviera sobre nosotros”, dijo McKinley.
Ésta realidad en diferentes puntos de la región y las perdidas económicas que reporta el departamento de justicia restaurativa superan los 140,000 dólares por persona,que ingresa a los centros de detención al año.
Estas cifras llevaron a las agencias de seguridad y autoridades, a tomar más en serio nuevos métodos para reivindicar a jóvenes en riesgo. “Estamos celebrando una nueva voz para la comunidad del sureste, y hay dos programas que vamos a tener aquí. Uno es de justicia restaurativa en el sistema criminal y otro de prácticas restaurativas en las escuelas donde los maestros, estudiantes y policías encuentren soluciones y aprendan a crear relaciones positivas entre todos”, informó Francisco Carbajal, gerente de programas de justicia restaurativa en el Condado de San Diego.
Lo único del proyecto es la confrontación, que aseguran los miembros del Sistema Nacional de Conflictos y Restauración mejorará los resultados a futuro en los menores de edad en riesgo.
“Lo importante con la justicia restaurativa en el sistema criminal es que incluimos a personas dañadas y también a la comunidad En vez de mandar a un joven la correccional juvenil, lo llevamos frente a la persona que él o ella daño porque al ingresar el joven directamente al centro de detención, podría regresar tal vez más enojado con la comunidad, y probablemente sin aprender nada. Las estadísticas muestran que un joven que sale de una correccional regresará al centro de detección en un promedio de tres a seis meses. Pero con nuestro programa, ellos están más conectados con la sociedad y también se genera alivio a las persona dañadas, que es muy importante. A veces el sistema penal no le pone mucha atención al ofendido, en este sistema sí.” agregó Francisco Carbajal.
LOS RESULTADOS PREVIOS
Bonnie Dumanis, procuradora del Condado de San Diego, dio a conocer resultados previos del proyecto piloto, donde solo en 50 casos generados en Mid City se comprobó la poca reincidencia entre los jóvenes que ingresaron al sistema.
“Tuvimos 50 casos que entraron al centro de resolución. De esos 50 casos, 49 fueron resueltos en base a acuerdos en la confrontación. Tuvimos a jóvenes que terminaron el proceso, pero la reincidencia para aquellos que completaron el proceso fue del 5 por ciento, y si consideras el 5 por ciento contra el 33 por ciento que normalmente vemos, esto es un gran progreso, y yo estoy muy orgullosa de ser parte de ésto”, señaló Bonnie Dumanis.
El distrito Escolar Unificado aseguró hasta el momento que más de 3,000 estudiantes del ciclo escolar 2016-2017 ya son beneficiadas con el programa aunque aún no son consideradas al 100 por ciento restaurativas. Estas están en camino de serlo gracias a la gran participación de más de 220 estudiantes y 200 personas que se han involucrado como parte del personal de ayuda a estos jóvenes en riesgo.
“Si he visto un gran cambio en la gente a mi alrededor, pero el más grande lo he visto en mi persona. Antes no tenía mucha paciencia pero desde que estoy en los círculos y he formado parte dentro de las actividades para construir relaciones, he ganado mucha paciencia y me ha dado muchas habilidades”, agregó Treasure McKinley.