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<p> El pronunciamiento del presidente Barack Obama fue emotivo, bastante claro; su retórica se inclinó hacia el centro y hacia aquellas personas que, en el momento de las elecciones, tienen un peso político significativo.</p>
<p> Está muy claro que la meta principal del Presidente en la deliberación del Estado de la Unión, aunque no lo dijo explícitamente, fue posicionarse como candidato presidencial en 2012.</p>
<p> El panorama del Congreso le permitió al Presidente afianzar el tono moderado que lo caracterizó durante su pronunciamiento.</p>
<p> Los senadores y representantes de la Cámara Baja tomaron asiento intercaladamente, algunas veces aplaudiendo al presidente Obama como si éste fuera un líder político con una sola versión filosófica y económica.</p>
<p> A los senadores John McCain y a John Kerry se les vio casi tomados de la mano, a pesar de las fisuras existentes entre los dos.</p>
<p> El Presidente elogió a todos los congresistas por ese gesto emotivo, particularmente después de la balacera de Tucson, en donde una de las representantes fue presa de un desalmando pistolero, desventurado y sin sano juicio.</p>
<p> Obama supo capturar todos esos elementos positivos y utilizarlos a su favor.</p>
<p> Asimismo, en vez de profundizar las diferencias entre demócratas y republicanos, el Presiente prefirió ser el personaje amalgamador, presentándose como una figura intermedia que propone y dispone un programa económico para las dos partes.</p>
<p> Propuso el “congelamiento de los gastos domésticos por cinco años”.</p>
<p> Algunos republicanos están contentos con esta idea, aunque muchos no se quedaron tan convencidos. Los que se oponen, aquellos que se ubican en la extrema derecha del espectro político, particularmente el bastión del Tea Party, quieren que las reducciones tengan las mismas características que las que impuso el ex presidente George W. Bush. ¿Quién entiende a esta gente?</p>
<p> El presidente Obama sabe muy bien que en el momento de las elecciones, los ultras de la derecha, explícitamente la coalición del Tea Party, no le va a apoyar en 2012. En este sentido, está buscando contraponerse a esa idea radical ultraconservadora y quiere más bien ganarse el apoyo de los moderados, es decir de los “swing voters” (los pasapasa). Estos votantes son indispensables en el momento de votar.</p>
<p> Por otra parte, el presidente Obama también se refirió a la cuestión migratoria. A todos aquellos que queremos una reforma integral, una ley que beneficie a todos los inmigrantes indocumentados, su discurso no fue tan elocuente y un tanto distante a las pretensiones de la comunidad latina.</p>
<p> Sin embargo sus palabras en torno a esta política fueron agradables. Durante su pronunciamiento pidió a los congresistas buscar una forma viable para regularizar a los estudiantes indocumentados a través de un DREAM Act. Sabemos que esa propuesta no es muy audaz, pero todavía inspira confianza en nuestra gente.</p>
<p> Con esta retórica de término medio Obama busca acallar a sus enemigos y apaciguar a sus fieles.</p>
<p> Así, el presidente Obama es tan político como cualquier representante del Congreso. Sabe muy bien que necesita el apoyo de sus bases y los “swing voters” para su reelección.</p>
<p> Una retórica moderada, maleable, le da más amplitud en sus pretensiones presidenciales en 2012.</p>
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