Caballo de piedra

Comentario:
Por Humberto Caspa, Ph.D   

   A pesar de que el Presidente Barack Obama ha puesto un gran interés para sacar al país del debacle económico, sus políticas parecen no tener un efecto constante en la creación de trabajos.

   Por eso un periódico nacional recientemente publicó una caricatura política pintoresca del Presidente cabalgando sobre la espalda de un caracol.

   Este molusco pegajoso hace alusión a la economía que se mueve milímetro-a-milímetro. No tiene una dirección clara. Vira de norte a sur, de este a oeste, o marcha en direcciones opuestas.

   El dibujo caricaturesco es ponderable. Como normalmente dice un adagio muy conocido, “una foto dice más que mil palabras”.

   Así es. El gran paquete económico de la Administración Obama, que fue presentado al Congreso a inicios de su gobierno, apenas pudo crear trabajos en el sector público dependientes del gobierno federal.

   Los trabajadores de los estados y los gobiernos municipales todavía están en aprietos. La falta de dinero ha presionado a que los diversos líderes locales a que aprieten el cinturón económico. Sólo han producido proyectos económicos, leyes y ordenanzas municipales que al final pusieron en la silla de los acusados a los pobres trabajadores públicos locales. Muchos se quedaron sin trabajo.

   Por otra parte, en el sector privado son pocos los que lograron reencontrarse con las ganancias que produjeron la década de los 90 e inicios del 2000. Los comerciantes de ventas al consumidor (retail stores), por ejemplo, han logrado reponerse de la crisis que produjo la recesión económica, pero dichas ganancias no fueron suficiente como para arriesgar en otras inversiones. Es decir, ganaron pero no generaron trabajos.

   Si la economía se mueve al ritmo de un caracol, muchas personas como yo se preguntarán cómo es que se mueve en torno a la cuestión migratoria. ¿En qué tipo de mobiliario (animal o motorizado) estará el presidente Obama?

   a) En un guepardo

   b) En un avestruz

   c)  En una tortuga

   d)  O en un caballo de piedra

   Yo creo que Obama no está montado sobre un guepardo. Este cuadrúpedo felino, de colores negro y amarillo, ágil, de miembros largos y delgados, es el animal más veloz del universo animal.

   Tampoco puede estar en un avestruz. Esta ave corredora, de patas largas, que vive en las zonas semiáridas del África, a pesar de que no vuela, es la más veloz de su clase.

   Muchos pensarán que Obama está sobre una tortuga. A este animalejo encaparazonado la gente lo considera como animal aburrido y lento.

   La respuesta correcta es el caballo de piedra. Desde que subió al poder en enero de 2008, Obama no hizo algo significativo ni en la Casa Blanca ni en el Congreso con relación a los 12 millones de inmigrantes indocumentados que viven en el país.

   Lo único nuevo, después de tantas promesas durante el proceso de elección, fue criticar e enjuiciar al gobierno de Arizona por pasar la ley AB1070. A fines de Julio pasado, Obama volvió a insinuar que el país necesita una reforma migratoria integral.

   Así, más allá de la retórica política, el Presidente no movió un centímetro la cuestión migratoria. No introdujo nada en el Congreso, ni creó una política tangible de cambio.

   Mientras tanto 12 millones de personas y muchos estudiantes indocumentados siguen al borde de la desesperación. Hay que cambiarle el caballo al Presidente.

Humberto Caspa, Ph.D., es profesor universitario. E-mail: hcletters@yahoo.com

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