— El “Increible” Hugo Cázares continuó con la excelente racha del boxeo mexicano en suelo japonés y con una amplia e indiscutible decisión unánime sobre Nobuo Nashiro se convirtió en el nuevo campeón supermosca de la Asociación Mundial de Boxeo (AMB). Los jueces Glenn Feldman y Raúl Caiz padre vieron ganar al mochiteco por 117-111, 117-111, mientras que Stantey Christodolou dio 115-113, ante un silencio sepulcral en el Prefectual GYM de esta ciudad que registró una asistencia de poco más de 10 mil aficionados.
Cázares terminó la obra que inició en septiembre de 2009, cuando vino a ofrecer un gran combate contra Nashiro y que terminó solo en empate. En esta ocasión a base de coraje, mucho corazón, una gran preparación física y la acertada dirección de Eduardo, Pedro y don Manuel Montiel, el mayor de los “Cochules”, el púgil sinaloense se sumó a Fernando “Cochulito” Montiel, quien apenas una semana atrás había noqueado al ídolo Hozumi Hasegawa en Tokio, para apoderarse del cinturón gallo del Consejo Mundial de Boxeo (CMB).
Desde los primeros asaltos Cázares impuso su boxeo con base en rapidez y fortaleza que fueron minando poco a poco a Nashiro, quien hasta el último episodio fue peligroso y defendió con honor su cinturón.
Con certero jab de izquierda y veloces remates de gancho al mentón, Hugo comenzó a sumar puntos los tres rounds iniciales. A partir del cuarto, con sus constantes cambios de guardia, el retador descontroló al campeón, que se “comía” todas las fintas y reaccionaba tarde cuando quería cubrirse el rostro.
Hasta el quinto el dominio del mexicano era evidente, pero en el sexto bajó su rendimiento y soportó a pie firme las embestidas del japonés, quien intentó reaccionar debido al incesante apoyo de sus seguidores, que le aplaudían cualquier intento e incluso sus golpes a los brazos del rival.
En el séptimo giro Cázares recuperó la iniciativa y castigó con sólidos ganchos al cuerpo que resintió Nobuo, quien a pesar de estar lastimado no dejaba de responder golpe tras golpe.
El octavo round levantó de sus asientos a los aficionados. La presión de Cázares creció y golpeó a Nashiro con rectos, ganchos al cuerpo y principalmente opers de zurda. Por un momento el japonés parecía doblegarse, pero su corazón de guerrero y su valor a toda prueba confirmaron el por qué de su sobrenombre de el “Samurai”.
Para el noveno Hugo mantuvo su agresividad y volvió a impactar con ganchos y opers. A estas alturas Nashiro ya sangraba por la nariz y se notaba agotado por el esfuerzo.
El décimo fue también de alarido para la veintena de mexicanos que apoyaban a Cázares, porque el nocaut estaba a punto de producirse. Incluso el referi Russel Mora, de Estados Unidos, estuvo a punto de intervenir para detener las acciones cuando el castigo era severo, pero el peleador local como pudo salió del peligro y mantuvo la emoción de uno de los mejores combates que han presenciado los ciudadanos de Osaka.
En el penúltimo asalto Cázares bajó su rendimiento y Nashiro aprovechó para intentar recuperar puntos, sin embargo, en el espisodio final de nueva cuenta el mexicano demostró su hambre de triunfo y salió a dar el resto, también ya con la nariz sangrante. El intercambio de disparos fue emotivo, constante, y la ovación que ambos se llevaron tras el campanazo final fue más que merecida.
Los aficionados japoneses aun intentaron presionar a los jueces con porras para su peleador, pero la suerte ya estaba echada y había surgido un nuevo campeón para el boxeo mexicano.
GRAN PERDEDOR
Al final de la pelea, Nobio Nashiro reconoció la superioridad de Hugo Cázares y lo felicitó, no sin antes pedirle la revancha sin importar que sea en territorio mexicano.
“Con gusto te doy el desquite, porque te lo mereces por la gran pelea que diste”, dijo Hugo a Nobuo.
El equipo mexicano volverá a su patria el lunes por la tarde y es un hecho que habrá fiesta por partida doble en casa de los Montiel en Los Mochis, Sinaloa, estado mexicano que actualmente cuenta con cuatro monarcas mundiales de boxeo.