Cientos de Huevos de Tortuga Marina Traficados

Por Alexandra Mendoza

Una pareja de California se declaró culpable ante la corte federal por haber traficado de México a Estados Unidos un total de 911 huevos de tortuga marina, especie en peligro de extinción.

La demanda por este producto yace de los mercados asiáticos, en donde los huevos de tortuga son considerados tanto un manjar, como un afrodisiaco.

Debido a que se trata de una especie protegida, su valor en el mercado oscila entre los 100 y 300 dólares por huevo. En otras palabras, el tráfico de especies marina puede ser tan lucrativo como el contrabando de droga, según información de la fiscalía federal del distrito sur de California.

“Le debemos a las generaciones siguientes el proteger nuestro legado ambiental y el asegurar la diversidad biológica es parte vital de dicho legado”, declaró la fiscal federal de San Diego, Laura Duffy.

De acuerdo a documentos oficiales, en noviembre de 2014 la residente de Hemet, California, Olga Jiménez viajó de Nayarit, México a la frontera de Tijuana con una hielera grande que contenía 911 huevos de tortuga marina.

José Luis Jiménez, esposo de Olga, la recibió en una central de autobuses, en donde la pareja distribuyó los huevos en dos contenedores más chicos. Los huevos fueron escondidos debajo de capas de hielo y otros mariscos, para que éstos fueran traficados a Estados Unidos por una tercera persona, quien al parecer desconocía lo que realmente había al interior.

La pareja aceptó ante la corte que el tráfico de esta especie era parte de su negocio y que los huevos eran cosechados y transportados sin un permiso, además que eran vendidos sin una factura que indicara el origen del producto.

Al declararse culpables, los Jiménez aceptaron entregar los huevos y pagar hasta 9 mil dólares al gobierno mexicano por restitución de daños al tratarse de una especie protegida.

Los culpables señalaron que los huevos correspondían a la tortuga olivácea y tortuga lora, ambas situadas en el Golfo de México y en alto peligro de extinción.

Entre los años 1978 y 1981, este tipo de tortugas fueron protegidas por la Convención de Comercio Internacional de Especies Amenazadas (CITES, por sus siglas en inglés), por lo que es ilegal la venta de la especie sin el consentimiento de los respectivos gobiernos.

“El tomar acción contra aquellos que violan las leyes que protegen especies marinas protegidas y amenazadas será siempre una de nuestras mayores prioridades”, subrayó Eileen Sobeck, representante de la Administración Nacional del Océano y la Atmósfera (NOAA, por sus siglas en inglés).

Tras declararse culpables por conspiración y tráfico ilícito de especies marinas, Olga y José Jiménez escucharán su sentencia en mayo, la cual podría ser de máximo 20 años en prisión.

En los últimos años, autoridades federales se han percatado de un aumento en el tráfico de especies marinas protegidas a través de la frontera.

En 2013, la fiscalía informó sobre el decomiso en los últimos años de 500 vejigas natatorias de totoaba – especie marina endémica del Golfo de California – que fueron encontradas en garitas terrestres.

Se estima que los contrabandistas de totoaba pagan cerca de 1,500 dólares por cada una en México y la venden por hasta 5 mil dólares en Estados Unidos. Esta especie es utilizada para preparar una sopa china que de acuerdo a creencias, ayuda a la fertilidad, circulación y la piel.