Por Ana Gómez Salcido
El Reino Unido es importante para San Diego como socio comercial, fuente de turismo, e inversionista. Pero los problemas británicos no van a provocar que la economía se vaya cuesta abajo, de acuerdo a la doctora Lynn Reaser, economista en jefe en la Universidad Nazarena de Point Loma Nazarene.
“El Reino Unido es un gran exportador pero solo representa el 3 por ciento del total”, dijo Reaser. “Alrededor de 96,000 británicos visitan San Diego cada año, pero representa menos del 1 por ciento de todo el turismo”.
El Reino Unido es el inversionista foráneo más grande de tipo directo con alrededor del 20 por ciento, pero no se esperan grandes recortes en gastos que afecten a empresas en San Diego.
Los efectos negativos más grandes son los efectos secundarios. Las preocupaciones de un crecimiento más lento en prospectos internacionales y la incertidumbre han alejado a los inversionistas fuera de las economías de mercados emergentes y de productos expuestos.
En monedas, el Peso mexicano ha sufrido mucho, así como el Dólar canadiense, y el Yuan chino y puede que esté bajo mucha presión a la baja.
“México, Canadá, y China son grandes exportadores y fuentes de turistas para San Diego, lo que significa que la debilidad de su moneda puede afectarnos desfavorablemente”, comentó Reaser. “Lo que compensará esas presiones negativas son un impacto positivo por intereses más bajos, lo que va a facilitar una mejora positiva en las bienes raíces y la vivienda”.
El poder del consumidor, y las ventas al menudeo también serán beneficiadas por un dólar fuerte así como importes de préstamos más bajos.
“En balance, la economía diversa de San Diego permitirá que se sobreviva a la sacudida de Brexit”, dijo la doctora. “Aunque junto con California, puede que sea afectada a largo plazo por recorte de la expansión comercial e inversiones”.
Sobre el impacto en la frontera de San Diego-Tijuana, la Directora de la Cámara de Comercio de Otay Mesa, Alejandra Mier y Terán explicó que Brexit tiene diferentes impactos en la región, incluyendo buenos y malos.
“Los manufactureros en San Diego que trabajan con productos mexicanos contarán con costos más baratos, y ese es el lado bueno de la devaluación del peso”, dijo Mier y Terán. “Lo que no es bueno en ningún sentido, es la volatilidad en general”.