México del Norte
Por Jorge Mújica Murias
Comenzó a finales del año pasado y hasta se creó una nueva oficina burocrática para “administrar” el programa, el Centro de Inspección para el Cumplimiento del Empleo. Uno pensaría que es algo para obligar a los patrones méndigos a no robarse los salarios de los trabajadores, a pagarles completas sus horas extras o para inspeccionar centros de trabajo y reducir el número de trabajadores que cada año mueren o resultan lesionados en accidentes industriales.
Pero no. El Centro de Inspección para el Cumplimiento del Empleo es el nuevo programa de La Migra, cortesía de Janet napolitano y Barack Obama, para encontrarle trabajo a los desocupados. ¿Y qué tiene que ver La Migra con el desempleo?, se preguntará nuestro lector. Pues mucho. Ya que las compañías que recibieron miles de millones de dólares de Obama en subsidios precisamente para crear empleos no lo han hecho, a Obama se le ocurrió que desempleando trabajadores indocumentados “liberará” trabajos para estadounidenses sin trabajo.
Las llaman “Auditorías Forenses”, y son un plan verdaderamente maquiavélico. Tradicionalmente, La Migra hace auditorías simples de la papelería de una serie de centros de trabajo que, por ejemplo, tienen contratos con el ejército o el gobierno federal, o más de 10 mil trabajadores, o son industrias “estratégicas”, como las de explosivos o minería. La Migra revisa las formas I-9 y le avisa al patrón que fulano y mengano no tienen papeles migratorios de verdad. El patrón los corre o les da un chance de traer papeles nuevos y punto.
Pero el nuevo programita “forense” corta fino hasta el hueso y funciona como chantaje. La Migra le habla al patrón y le dice: “Dentro de una semana vamos a ir a ver tus papeles, y nos tienes que dar las I-9 de todos los que estén trabajando ese día”. Escamado, el patrón despide preventivamente a los trabajadores sin papeles (siempre sabe quiénes son), y cuando llega La Migra todas las I-9 están limpiecitas.
“Vaya a Que Lo Arresten…”
Angélica Salas, Directora Ejecutiva de CHIRLA, (Coalición de Los Ángeles por los Derechos Humanos de los Inmigrantes), piensa que el programita presidencial tendrá un “efecto devastador para los indocumentados” que chambean por miles en industrias como la agricultura, procesamiento de alimentos y hotelería, y que “generará despidos masivos de indocumentados”, permitiendo que los patrones “se aprovechen aún más de los trabajadores sin documentos. Habrá tanta gente despedida que aumentará la oferta y habrá mucho más lugar para la explotación”.
No le falta razón. Según NILC, la agrupación nacional de abogados de inmigración, hay patrones que falsifican cartas No Match para despedir trabajadores, y otros que ofrecen “descansos sin salario” indefinidos para evitar que los cache La Migra, y que “vuelvan cuando tengan papeles”. Y por regla general, los patrones despiden a los trabajadores que tienen mayores salarios, más antigüedad, más edad o más prestaciones, para ahorrarse la mayor cantidad posible de dinero.
En un caso francamente risible, en West Liberty Foods, la empresa le mandó un memo a los trabajadores con papeles irregulares diciéndoles que fueran a una “entrevista con Homeland Security” para evitar el despido preventivo, y les advertía que “pueden ser detenidos al momento de la entrevista”.
Y parece que no por casualidad, el programa cambia el supuesto objetivo de Obama de centrarse en los “criminales extranjeros” y se enfoca en compañías sindicalizadas. Pasó en los restaurantes Chipotle y en el mismo West Liberty Foods, además de varias lavanderías industriales. Para colmo, La Migra arrestó a un agente del Sindicato UFCW por “albergar extranjeros ilegales”, después de darles una plática de sus derechos y recomendaciones de cómo evitar los despidos si no tenían papeles.
Por fortuna parece que los sindicatos se van a poner las pilas y hacer algo al respecto. Están, por ejemplo, tratando de aplicar el Manual Operativo de La Migra, que establece que “no se debe interferir en una compañía donde haya conflictos laborales” como la negociación de contrato colectivo, o planteando quejas de trabajadores individuales ante el Departamento del Trabajo para evitar las deportaciones, e incluso demandando que La Migra no actúe a cambio de que los trabajadores testifiquen contra los patrones por la “comisión de un crimen, incluyendo las malas condiciones de trabajo”. Pero a final de cuentas estas son medidas dilatorias y no resuelven el problema fundamental, que es la existencia obligada de trabajadores indocumentados.
Curiosamente, Obama y los Republicanos nos están mandando aliados. Los Republicanos causaron tremendo levantamiento en Wisconsin por querer quitarle sus derechos a los sindicatos y Obama, con su nuevo programita, está atacando miembros de los sindicatos. Si Obama y los Republicanos se alían, hay que hacer lo mismo. Este Primero de Mayo todo el mundo debía entrarle juntos a combatir a nuestros dos enemigos…
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