Cuidado: ¡Internet!

LA COLUMNA VERTEBRAL
El Soporte Informativo Para Millones de Hispanos
Por Luisa Fernanda Montero
Los tiempos que corren son complicados; pero a más de uno la vida se le hubiese complicado menos si hubiese visto una advertencia que le anunciara el peligro que corría al enfrentarse, sin precauciones, a este monstruo que domina la modernidad: el internet.

Es cierto, nuestros días no correrían como los conocemos si no fuese por este conjunto descentralizado de redes de comunicación interconectadas que llamamos internet.

La red, como suele llamarse, no puede sernos ajena; debemos conocerla, por lo menos en sus básicos, para poder usarla y disfrutarla sin correr peligro.

De no hacerlo, seremos víctimas fáciles de los miles de fraudes que circulan a través de ella y, con menos suerte, podemos correr peligro, incluso, en nuestra integridad física y lo que es más importante, debemos controlar su uso en casa, si nuestros hijos o cualquier menor de edad, pueden acceder a ella.

La red es un arma fácil y eficaz para aquellos que quieren hacernos daño si no tomamos las precauciones del caso. Debemos asegurarnos de que nuestros datos principales, dirección de trabajo o residencia, teléfonos, números de seguro social, tarjetas de crédito o débito y demás datos similares no ingresen a la red a menos de que estemos absolutamente seguros de la seguridad de la página en la que los ingresamos.

Las redes sociales no son la excepción. Los niños y adolescentes que no tomen precauciones pueden resultar siendo víctimas fatales de supuestos “amigos” de la red, que la usan para obtener su información, ingresar en sus viviendas, abusar de ellos o robar.

En su banco de crímenes en red, el Buró Federal de Investigaciones, FBI, registra una lista de consejos fundamental para no ser víctima fácil de los estafadores que usan la red como arma de trabajo.

Además de los mencionados la agencia señala que no hay que creer que un sitio sea seguro solo porque así se proclama, lo ideal es hacer compras en sitios reputados e investigarlos antes de confiar en ellos.

Antes de realizar transacción alguna, asegúrese de que existe una dirección física y un teléfono a los que dirigirse en caso de necesidad, no se conforme con un número de la oficina postal. Y escriba al correo electrónico para asegurarse de que este activo.

No se deje llevar por la elegancia del sitio web, ese tipo de páginas pueden ser creadas fácilmente y desconfíe de las ofertas que reciba por correo electrónico, sobre todo si son demasiado buenas.

Lleve un record de las transacciones que realiza con su tarjeta de crédito y mantenga siempre su sentido común en estado de alerta.

Los correos que le aseguran que es beneficiario de grandes depósitos, herencias o legados reales, son falsos, buscan envolverlo y quedarse con su dinero. Los estafadores incluso pueden envolverlo cuando el vendedor es usted, nunca permita que personas extrañas entren en su casa y no haga transacciones que ameriten la visita de extraños estando solo. Pueden asaltarlo.

En suma, es primordial que use el sentido común y prenda todas las alarmas cuando del uso de internet se trata. Controle lo que los menores acceden en la red y créalo: todas las precauciones son necesarias.