Demandar o No Demandar

México del Norte
Por Jorge Mújica Murias

Si algo faltaba en la discusión sobre la pretendida reforma migratoria en Estados Unidos, era algo que nos hiciera recordar a William Shakespeare y su famoso “ser o no ser, he ahí el dilema”. Para arreglar esa falta, los Republicanos, Barack Obama y los congresistas latinos se pusieron las pilas esta semana.

Todo comenzó con la aprobación de una ley aparentemente sin sentido, aprobada en la Casa de Representantes del Congreso, la ENFORCE Act, HR 4138, que autoriza a las dos cámaras del Congreso a demandar al Presidente si no ejerce completamente las leyes. La propuesta no dice exactamente cuáles leyes, pero pusieron el ejemplo de DACA, la Acción Diferida para jóvenes inmigrantes, de cómo el Presidente no hace cumplir las leyes.

La ley reconoce que el Poder Ejecutivo (el Presidente y las agencias de gobierno que dependen de él), pueden ejercer su discreción en la aplicación de las leyes y, en el caso de la inmigración, de parar las deportaciones. Y Obama lo ha hecho.

Primero apoyó DACA, luego una moratoria para que los familiares de ciudadanos estadounidenses no tengan que salir del país para tramitar su residencia; después otra para que los inmigrantes de países que no necesitan visa para visitar Estados Unidos y se quedaron acá de manera indocumentada puedan solicitar su residencia, y otra para que los familiares de los militares no sean deportados.

Pero Obama se ha dedicado a decir que “no tiene el poder de parar las deportaciones”, aunque eso sean DACA y las demás moratorias, una detención de las deportaciones aunque sea limitada. Y eso es lo que los Republicanos quieren prohibirle, o demandarlo si lo hace.

Claro, hasta ahorita la propuesta solamente está aprobada en la Casa de Representantes, y tendría que ser aprobada en el Senado para convertirse en ley, y los Demócratas tienen ahí la mayoría. La pregunta obligada es, como dice nuestra amiga Ellin Jimmerson, si Obama la firmaría en caso de que el Senado la apruebe y se la pongan en el escritorio. Capaz y lo hace, para disipar las dudas de si puede o nó parar las deportaciones, y se lava completamente las manos.

Deportaciones Más Humanas

La aprobación de la ENFORCE causó un montón de reacciones. Más rápido que de boleto, la Casa Blanca emitió un comunicado diciendo que Obama ordenó “una revisión de las prácticas de deportación” para “ver si la aplicación de la Ley de Inmigración puede hacerse de manera más humana”. Enseguidita, se fué a reunir con los líderes de la Corriente Hispana del Congreso (CHC), que estaba a punto de emitir otra resolución demandando a Obama que hiciera lo que dice que no puede hacer y los Republicanos quieren prohibirle que haga. Los congresistas estaban por demandar a Obama también, pero no legalmente, que actuara sobre su política de deportaciones.

La reunión tuvo la virtud de parar en seco los planes a de la Corriente, por aquello de que a la mejor el Deportador en Jefe ya se cansó de que le digan que sí puede hacer lo que él dice que no puede hacer, y porque los pleitos internos no le convienen al Partido Demócrata. Para apaciguar a los congresistas, Obama dijo que “está profundamente interesado en el dolor de las familias cuando son separadas a causa del inservible sistema migratorio”.

De inmediato, la CHC se echó para atrás, y yo creo que se sintieron aliviados de hacerlo, porque de hecho ya habían tenido que modificar su borrador de resolución cuando los activistas de inmigración les dijeron que era demasiado tibio.

“Ya logramos nuestro objetivo”, dijo la congresista de Califas Lucille Roybal-Allard, “y la resolución ya no es necesaria. El presidente va a trabajar con nosotros para cumplir su objetivo”.

El tal “objetivo” de Obama, que conste, y así se lo ordenó al Secretario de Seguridad Nacional, Jeh Johnson, es “ver si la aplicación de la ley puede llevarse a cabo de manera más humana, sin dejar de cumplir la ley”. Interesante. Bajo órdenes de Obama, los inmigrantes capáz serán ahora deportados más humanamente, tal vez en asientos de primera clase en Boeings 747 en vez de camiones, y adultos y chilpayates juntos para que no haya separaciones familiares.

Los Republicanos, por supuesto, reaccionaron diciendo que si es que había alguna esperanza de que la reforma migratoria no estuviera muerta, con esa actitud de Obama ahora sí está más muerta que nunca. Si es así, nos alegramos mucho, porque será la segunda vez que derrotamos la criminalización de la inmigración, que forma parte de la propuesta del Senado…

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