Deportador en Jefe

México del Norte
Por Jorge Mújica Murias

“Para el presidente”, le dijo Janet Murguía a los asistentes al banquete de lujo “Premios de la Capital en Washington hace unos días, “está en juego su legado. Nosotros lo consideramos el presidente de las deportaciones, el Deportador en Jefe”.
Tómala, como dicen por ahí en México del Sur.

Que Jorge Mújica y una infinidad de activistas de la inmigración llevan un año diciéndolo y repitiéndolo es cualquier cosa, pero viniendo de los labios de la Directora Ejecutiva del Consejo Nacional de La Raza, la organización latina más grande del país ya calienta; es una bofetada en cada lado en la cara de Barack Obama. Hace un año, La Raza metía las manos al fuego por Obama, y hace dos fue su invitado de honor para dar el discurso central de su evento anual.

En los medios de comunicación la declaración de Murguía se tomó decididamente como que Obama perdió el apoyo de La Raza. Y que conste, el Consejo Nacional de La Raza no es una organización radical, progresista, sino una de las más mediocres y vendidas al “establishment”. Recibe una cantidad horrible de dinero del gobierno gringo, empezando por las campañas de reclutamiento de jóvenes latinos para el ejército, y fue la organización que declaró, unilateralmente, que “se habia acabado el boicot contra el estado de Arizona”, después de que le prometieron una lana. Y la jefa de relaciones comunitarias de Obama es la ex-directora de investigaciones de La Raza, Cecilia Munoz.

Perder el apoyo de La Raza, es un síntoma de que Obama perdió el apoyo del Partido Demócrata como tal. Para rematar el síntoma, el senador Demócrata Bob Meléndez de Nueva Jersey le hizo eco a Munguía y le pidió también a Obama que pare las deportaciones.

“Respetuosamente”, continuó Murguía, “estamos en desacuerdo con el presidente en cuanto a su capacidad para detener las deportaciones innecesarias. Sí puede dejar de desgarrar familias, de sumir comunidades y negocios en el caos, de hacerse el ciego ante el daño que esta haciendo Tiene el poder de pararlo. y si falla será una herencia miserable para su presidencia”. Y para su partido político, diría yo.

Obama o el Partido

Por supuesto, paleros y chaqueteros del presidente no faltan, como Fernando Espuelas, locutor de Univision que parece enamorado de Obama. Según Espuelas, Murguía se unió a “los cada vez más confusos y radicales elementos de la comunidad de activistas por la reforma migratoria que le estan pidiendo a Obama que viole la ley”.

“El realismo mágico”, sigue el palero, “ha reemplazado a la estrategia política para muchos de estos activistas, azuzados por algunos Demócratas irresponsables del Congreso, que esperan que la furia colectiva y la presión que le pongan a Obama los medios de comunicación en español los salve del enojo popular”. Agrega el locutor, que “en vez de enfocarse en el problema real de (John) Boehner (líder de la mayoría Republicana en la Casa de Representantes), y los engaños en serie de su partido para bloquear la reforma migratoria, estos activistas decidieron seguir el camino amarillo para buscar al mago”.

Emocionado con su referencia al Mago de Oz, Espuelas no se da cuenta de lo que motiva a Murguía y a los congresistas que le piden a Obama frenar de alguna forma las deportaciones indiscriminadas: Cientos de miles, tal vez millones de latinos, no votarán en noviembre, ni por los Demócratas ni por los Republicanos. Los Republicanos no son, obviamente, opción para ellos, pero la figura de Obama, el Deportador en Jefe, al frente de los Demócratas, los hace también poco deseables. Obama no tiene mucho que perder en noviembre. Su puesto le durará casi tres años más, pero los Demócratas que tiene que ser electos o reelectos en este periodo estan en pánicos.

Una baja asistencia electoral por parte de la comunidad latina significará un triunfo para los Republicanos, quienes movilizaran a sus bases más reaccionarias para apoyar al Tea Party, con el objetivo de ganar la mayoría en el Senado.

Según Espuelas, “estas organizaciones debían mejor llevar a votar a los 11 millones de latinos que no votaron hace dos años”. Pero según Murguía, el Consejo Nacional de La Raza registrará por lo menos 250 mil votantes latinos más para noviembre.

Y con esto me cae el veinte. Lo que en realidad Murguía y los Demócratas que se están jugando la reelección le esta pidiendo a Obama, es salvar al Partido, no a los inmigrantes. Es otro capítulo del circo electoral del sistema de los dos partidos, el malo y el peor, donde la suerte de los inmigrantes no importa tanto como ganar las elecciones.

Contacto Jorge Mújica Murias e jmujicam@gmail.com