Dime Con Quién Andas…

México del Norte
Por Jorge Mújica Murias

Dice el Diccionario de la lengua española que el oportunismo es la “Actitud que aprovecha las circunstancias momentáneas para el propio interés”.

A saber cuál sea el interés del congresista Luis Gutiérrez, pero sin duda algno ha de tener.

El 20 de diciembre de 2005, en Washington, varios miembros de la Corriente Congresional Hispana, le mentaron la madre no solamente a Jim Sensenbrenner, 5 días después de que se aprobó su propuesta de ley para criminalizar a los inmigrantes indocumentados, sino al liderazgo del Partido Demócrata. Según ellos Rahm Emanuel, quien era no solamente coordinador de la bancada de Illinois, sino también jefe del Comité Demócrata de las Campañas por el Congreso, nombre de la operación electoral de la Cámara de Representantes, había cabildeado abiertamente en favor de la HR4437, particularmente con los miembros del llamado “Programa Frontline”, compuesto por Demócratas en riesgo de perder las elecciones.

La razón del cabildeo era “evitar ataques Republicanos que pudieran poner en riesgo su reelección”. Todos los miembros del Frontline votaron en favor de la Sensenbrenner y lograron aprobarla, lo cual no hubiera ocurrido sin sus votos.

Luis Gutiérrez denunció la propuesta de ley como “un ataque vicioso y vil contra nuestra comunidad inmigrante. Esta horrible pieza legislativa no solamente está mal concebida y equivocada, sino que no arreglará nuestro fallido sistema migratorio”.

Otros congresistas contaron que justo después del voto en favor de la HR4437, los Congresistas Joe Baca, de California, y Bob Menendez, de Nueva Jersey, confrontaron a Rahm Emanuel, “muy enojados”. Al parecer, Emanuel había comentado que “no iba a gastar dinero defendiendo Demócratas que votaran contra la propuesta de ley”.

En febrero del año siguiente Gutiérrez se apersonó en Chicago para advertir de lo terrible que era la Sensenbrenner, en una audiencia del Comité de Relaciones Humanas del Ayuntamiento de Chicago, para apoyar una resolución del Comité de Relaciones Humanas demandando una reforma migratoria integral y rechazando la HR4437.

Años después, cuando Gutiérrez todavía pensaba que podía ser Alcalde de Chicago, arremetió de nuevo contra Rahm Emanuel en una conferencia a propósito de la candidatura a alcalde de éste último. “Tomó acciones para dañar a los inmigrantes”, dijo Gutiérrez, “como miembro del Congreso y como Jefe de Gabinete de Barack Obama. No ha defendido a los inmigrantes; no ha impulsado una propuesta de ley de reforma migratoria. No ha tomado las decisiones correctas, sino que ha tomado decisiones políticas. Eso no es lo que la comunidad inmigrante merece como próximo alcalde de la Ciudad de Chicago”. De paso, Gutiérrez le recordó a los votantes de Chicago qué había pasado cuando se aprobó la Sensenbrenner y el papel de Rahm Emanuel.

Y Te Diré Quién No Tiene Pantalones

Emanuel siempre le llamó “el tercer riel de la política” a la inmigración, en referiéndose a los rieles eléctricos de los sistemas de transporte. Los otros dos rieles siempre son seguros; el tercero, electrocuta. Y, efectivamente, se negó a tocar el tercer riel para arreglarlo, pero fue clave en la elaboración de la política de deportaciones de Barack Obama. A él le debemos los dos y medio millones deportados de Obama.

Como candidato a alcalde en 2011, Rahm propuso crear un fondo para darle becas a los Dreamers. Gutiérrez declaró que era “muy poco y muy tarde” para conciliarse con los inmigrantes. “Es otro ejemplo de la retórica de Rahm el candidato, que no coincide con el expedient de Rahm el congresista”.

Pero hoy, en el colmo del oportunismo, Gutiérrez no solamente ha hecho las paces con Rahm y le sirve de punta de lanza en la comunidad latina para su campaña de re-elección como alcalde. Lo apoya incondicionalmente, le junta dinero y, básicamente, trata de contrarrestar todo lo que llevaba 8 años diciendo de él, para convencer a los votantes latinos de que lo apoyen.

En un comercial para televisión, Gutiérrez dice que “si un político te dice solamente lo que quieres escuchar, no le debes de confiar”. A renglón seguido, se dedica a alabar a Emanuel, usando incluso la frase sexista de que “Rahm sí tiene pantalones”, implicando que solamente los pantalones pueden mandar o hacer política. Parafraseando, y a riesgo de insultar a quienes no usan pantalones, yo diría que al que le faltan pantalones es al congresista.

Está de moda la consigna de que “Rahm se tiene que ir”. Se me hace que no debe irse solito…

Jorge Mújica Murias jmujicam@gmail.com