Disfrute de los postres navideños… en moderación

Sin lugar a dudas, durante las fiestas decembrinas es cuando más postres y manjares comemos. Para muchos, es el regalo navideño perfecto para una familia y, de pronto, nuestras cocinas se ven inundadas de tartas, galletas, pastelitos que nos regalan los vecinos, amigos y familiares.

¿Qué pueden hacer los padres para que sus hijos no coman tanto dulce? Es cierto que por una parte desean que sus hijos coman saludablemente y, por otra, que disfruten de la temporada decembrina.

Michele Fisch, educadora de nutrición con el programa Nutrition Best de Extensión Cooperativa de la Universidad de California, indica que los padres pueden lograr las dos cosas si equilibran las golosinas que tanto ellos como sus hijos se verán tentados a comer, con alimentos más nutritivos y ejercicio.

En primer lugar, “hay muchas recetas de repostería a las que se le pueden agregar ingredientes saludables, como nueces, harina de trigo integral, avena y frutas”, precisa la educadora. “Y por otro lado, aunque el clima no permita que los niños salgan a jugar al exterior todos los días, puede adaptar una habitación o hasta el sótano, si cuenta con uno, como área de juegos donde los pequeños puedan jugar, patinar, andar en triciclo y jugar a la pelota sin causar problemas”.

Para ayudar a sus hijos a comer saludablemente durante las festividades de fin de año, Fisch ofrece los siguientes consejos:

No se brinque comidas. Usted y sus hijos podrían tender a consumit comidas más grandes.
Trate de abrir los regalos antes de comer. A los niños pequeños se les dificulta comer cuando están esperando a abrir los regalos.
No espere una conducta perfecta por parte de los niños durante las comidas festivas. Hay mucho entusiasmo y expectativa. Relájese y diviértase.
Limite la variedad de postres; si hay una gran variedad, usted y sus hijos se verán tentados a comer más. ¡Usted querrá probarlos todos!
Hornee postres y agrégueles nutrición. Use mantequilla de cacahuate, avena, cereales, pasas, nueces, etc.
Dé el ejemplo y disfrute de los postres con moderación. Sus hijos le observan a usted y a otros adultos. Sírvase cantidades pequeñas de postres y dulces.
No premie a sus hijos con postres y dulces por comerse sus alimentos.

En lugar de postres con alto contenido de azúcar, ofrezca a sus niños:

Helado de agua (sherbet) de frambuesa y limón.
Yogur de fresas con pedacitos de kiwi.
Una taza de chocolate caliente con pedacitos de caramelo de menta.
Un plato con rebanadas de kiwi y fresas con una cucha-rada de queso cottage.
Un tazón de sandía y melón verde.
Y si no hay manera de evitar las golosinas de la temporada, hay que quemar calorías.

“Aunque las temperaturas sean bajas, siempre hay alguna actividad de la que usted y sus hijos pueden disfrutar”, precisa Fish, y ofrece algunos ejemplos:

Disfrute de la nieve si la tiene cerca. Tomen un trineo y deslícense por laderas. O simplemente, pónganse guan-tes, chamarras y gorros y salgan a jugar.
Lleven a cabo un concurso para ver quien construye el muñeco de nieve más grande.
Busque otro tipo de activi-dades fuera de casa, puede ser una pista para patinar en hielo o en cemento, una alberca techada, un campo de fútbol y áreas de juegos.
Caminen por la playa, lago, bosque, parque o zoológico.
Deje a sus hijos construir una tienda de campaña dentro de la casa con cajas grandes, cobijas y sabanas.

Y por último, bailen. Toquen su música favorita y ¡a bailar todos!