El deber de participar, el derecho de votar

LA COLUMNA VERTEBRAL
El Soporte Informativo Para Millones de Hispanos
Por Luisa Fernanda Montero

El 2012 es un año marcado por la actividad política, un año en el que se determinará quien regirá los destinos del país en el próximo cuatrienio.

Esta semana el presidente Barack Obama inició oficialmente su campaña y la contienda por determinar quien será su rival desde la bancada republicana cada vez trae más sorpresas.

El asunto de aquí en adelante es cual es nuestro papel como miembros de la comunidad hispana. Es bien sabido que el voto hispano es determinante y que tanto demócratas como republicanos lo ambicionan, pero también es sabido que sus métodos y sus propuestas son muy distintas, ¿de qué lado está usted?

¿Cuál es su papel individual como ciudadano en este proceso electoral?

¿Cuáles son los temas que le preocupan?

¿Es su prioridad el tema económico o tal vez el migratorio?

Las respuestas solo las tiene usted. Lo importante es que se haga las preguntas y participe activamente en el proceso político que vive el país.

Si no nos involucramos no tendremos autoridad moral para reclamar después por las consecuencias que generen las decisiones y las políticas asumidas por uno u otro bando.

En los últimos años el aumento en las deportaciones y la ausencia de una política migratoria clara, efectiva y humana le han traído muchas tristezas a la comunidad hispana que, en gran medida, continúa siendo objeto de injusticia y discriminación. Es claro que eso puede continuar, puede empeorar o puede me-jorar. Esa es nuestra realidad, por eso, como comunidad debemos tener muy claro que sólo participando conscientemente en el sistema democrático que nos rige, lograremos los cambios que necesitamos.

Si somos ciudadanos es nuestro deber, nuestra obligación moral, hacernos sentir a través del voto.

Si no lo somos, debemos continuar esforzándonos por llegar a serlo algún día, claro, si nuestra intención es seguir haciendo parte de este país.

Expresar la propia voluntad a través del voto es un derecho invaluable que nos da la facultad de tomar parte en las decisiones que afectan nuestras vidas y el acontecer de las comunidades a las que pertenecemos. Sin embargo, por diversos motivos, muchos residentes dejan pasar los años sin ocuparse de alcanzar su ciudadanía.

¿Es asunto de dinero, de tiempo, de miedo o de inde-cisión? Es cierto que para hacerse ciudadano hay que tener conocimientos de historia y educación cívica estadou-nidense y hay que hablar inglés; pero en el examen de cívica e historia no le exigirán redactar un tratado sobre ninguno de los sucesos que han marcado la historia de este país ni le obligarán a hablar con el acento impecable de su profesor de inglés.

En www.uscis.gov puede acceder a una completa guía en español sobre todos los pasos a seguir a la hora de buscar la ciudadanía, incluidas las preguntas del examen, los requisitos en general y el formulario N-400 que deberá llenar para presentar su apli-cación.

Si la cuestión es de dinero, prográmese y ahorre, recuerde que está invirtiendo en su futuro y en el de su familia. Hacerse ciudadano le traerá muchas ventajas individuales, pero además, le abrirá la puerta a un mundo en el que tendrá voz y voto.