Comentario:
Por Maribel Hastings
“La vía a la ciudadanía atraviesa por Bakersfield”. No está lejos de la realidad el grito de guerra de los activistas que este miércoles descenderán en el distrito 23 de California que representa el congresista republicano Kevin McCarthy y que seguirán presionándolo a lo largo de este mes.
McCarthy es el tercero en mando en el liderazgo republicano de la Cámara Baja y es quien se encarga de cazar y contabilizar votos y torcer brazos para aprobar medidas.
El congresista no ha manifestado claramente su postura migratoria con la excepción de lo usual: primero es la seguridad en la frontera, la Cámara Baja no debatirá el plan del Senado y la reforma se hará por partes.
Sin embargo, McCarthy pertenece a ese grupo de republicanos preocupados por la imagen de su partido y por mantener el control de la Cámara Baja. También es muy cercano a dos republicanos que son figuras clave en este debate: el líder de la mayoría republicana, Eric Cantor (R-VA), quien de oponerse a toda reforma ahora aboga por un DREAM Act republicano, y Paul Ryan, el congresista de Wisconsin que fue compañero de fórmula de Mitt Romney en 2012 y quien colabora con demócratas buscando consenso migratorio. Ryan conoce de primera mano los efectos electorales de las posturas extremas en el tema migratorio. La mancuerna Romney-Ryan sólo logró 27% del voto latino en las elecciones generales de 2012. Ryan, con aspiraciones presidenciales propias, entiende que el Partido Republicano tiene que acercarse a los votantes latinos y que apoyar una reforma migratoria les ofrece esa posibilidad.
El Dr. Gonzalo F. Santos, quien hace más de dos décadas es profesor de Sociología Histórica en la Universidad Estatal de California en Bakersfield, es uno de los 11 peregrinos de diversos distritos de California que representando a los 11 millones de indocumentados, caminarán 285 millas desde este lunes 12 de agosto y por 21 días hasta llegar el 2 de septiembre a Bakersfield, en el distrito de McCarthy.
Santos llegó hace cuatro décadas a Estados Unidos con visa de estudiante de posgrado, posteriormente obtuvo la residencia permanente y este año se hizo ciudadano. Su esposa y muchos familiares de ella se legalizaron con la amnistía de 1986 y son ciudadanos estadounidenses y profesionales.
El profesor ha participado de varios movimientos sociales en las pasadas décadas. En esta oportunidad, dijo, “lo que más me motiva es la posibilidad concreta de dar una verdadera reforma integral pero justa que sea incluyente y que dé (a los inmigrantes) un camino a la ciudadanía”.
Su mensaje para McCarthy y los republicanos es claro: “En el 2006 marchamos, en el 2008 y el 2012 votamos, ahora marchamos de nuevo, y en el 2014 y 2016 votamos de nuevo. Aquellos congresistas que insistan en ponerle obstáculos a una reforma justa e integral que dé un genuino camino hacia la ciudadanía, los vamos a recordar y a la hora de votar, los vamos a castigar”.
California: Pionero en Medidas Antiinmigrantes
McCarthy debería entender muy bien los efectos políticos de alienar a los votantes latinos mediante medidas antiinmigrantes.
Su estado, California, fue pionero de las iniciativas antiinmigrantes. En 1994 el estado aprobó la Proposición 187 impulsada por el entonces gobernador republicano Pete Wilson que proponía negar a los indocumentados servicios médicos, educativos y sociales. Fue detenida en tribunales, pero sus efectos siguen reverberando en la política. Generó una movilización de los votantes latinos de California y hundió al Partido Republicano entre ese sector de electores.
La acción de California generó mayor polémica dada su historia inmigrante y su dependencia de mano de obra de inmigrante.
Considerada una de las diez economías más importantes en el mundo, con un Producto Interno Bruto (PIB) de alrededor de $1.9 billones, California ha sido, a lo largo de su historia, un indiscutible polo de atracción migratoria. De los 11 millones de indocumentados que se calcula habitan el país, al menos el 25% se encontraría en el estado de California.
Los inmigrantes indocumentados han mantenido a flote cuatro de los sectores más importantes del estado: el agrícola, el textil, el de la construcción y el de los servicios.
Tan sólo el campo californiano, en el que casi el cien por ciento de la mano de obra es inmigrante, alcanzó en producción alrededor de 28 mil millones de dólares en 2010, según la Oficina del Censo, lo que confirmó a California como una potencia agrícola no sólo estatal, sino en el resto del país y a nivel internacional. De ahí que es fácil deducir que al menos la mitad de todo lo que llega a las mesas de los estadounidenses es producido por mano de obra indocumentada.
El distrito de McCarthy es 35% hispano y fuertemente agrícola.
“El distrito del congresista McCarthy es extremadamente importante en la agricultura de California y de la nación. La abrumadora mayoría de la fuerza laboral de esta industria agrícola está formada de familias migrantes, mexicanas y centroamericanas, así que si hacemos lo que dice el proyecto del Senado de darle un camino expedito a la ciudadanía a los que trabajan en el campo, va a tener un impacto económico, social, político y cultural de primera categoría”, afirmó Santos.
“Hay otros sectores inmigrantes en las zonas urbanas como Bakersfield, muchos Dreamers en mi universidad que se beneficiarían directa e inmediatamente”, agregó.
“Si pasamos esa ley (de reforma), en el Valle de San Joaquín se va a repetir el éxito que tuvo la integración de los inmigrantes del 86. El éxito de la reforma del 86 lo tengo palpado en mi propia esposa y su familia entera que han tenido un gran éxito y se han integrado a la sociedad americana gracias a eso”, concluyó.