El Genio del Corazón Roto

<p></p><figure id="attachment_47976" aria-describedby="caption-attachment-47976" style="width: 300px" class="wp-caption alignright"><img loading="lazy" src="http://laprensa-sandiego.org/wp-content/uploads/2018/09/maradona-300x18…; alt="" width="300" height="187" class="size-medium wp-image-47976" srcset="https://dev-laprensa.pantheonsite.io/wp-content/uploads/2018/09/maradon… 300w, https://dev-laprensa.pantheonsite.io/wp-content/uploads/2018/09/maradon… 1024w, https://dev-laprensa.pantheonsite.io/wp-content/uploads/2018/09/maradon… 1280w" sizes="(max-width: 300px) 100vw, 300px"><figcaption id="caption-attachment-47976" class="wp-caption-text">Diego Armando Maradona tendrá que trabajar mucho para sacar delante a Dorados de Sinaloa. Foto/internet</figcaption></figure><p></p>
<p>Llegó al aeropuerto rodeado de los secuaces que lo protegen, pero que al mismo tiempo lo engañan.</p>
<p>Su figura desproporcionada, sus incoherencias al hablar y su lento caminar hacen sentir lástima por él.</p>
<p>Salió del avión portando unos gruesos anteojos oscuros para impedir que el público lo viera a los ojos, para evitar que la gente escudriñara su alma triste y castigada.</p>
<p>Mal vestido y utilizando una gorra que escondía su encrespado cabello, Diego Armando Maradona proyecta la imagen de un hombre derrotado.</p>
<p>El argentino es simple y sencillamente una caricatura de los años gloriosos que vivió con el balón pegado a sus botines.</p>
<p>Ahora como técnico de Dorados de Sinaloa, Maradona muestra las secuelas de una vida descontrolada, alocada, llena de excesos y de sinrazones.</p>
<p>A sus 57 años de edad, arrastra las piernas, se le barre la lengua al hablar y se ve en la obligación de pausar sus palabras para que su mente pueda recordar lo que quiere expresar.</p>
<p>En realidad, Maradona llegó a México a confesarse y no a tratar de mostrarle al mundo que es un buen estratega.</p>
<p>En su primera conferencia oficial como entrenador de los peces, el argentino dejó escapar de su alma y de su corazón todas las penas que por años ha vendido arrastrando.</p>
<p>En su comparecencia ante los medios, Maradona no habló de futbol, y es que para este hombre, el futbol es lo menos importante de su vida.</p>
<p>Los 200 periodistas de todo el mundo que acudieron a cubrir la conferencia de prensa se transformaron en santos sacerdotes que atentamente escucharon la confesión de un ser herido.</p>
<p>Al aceptar todos sus pecados y todas sus culpas, Maradona trató de reivindicarse con la vida, y tal vez con Dios.</p>
<p>La verdad de las cosas, es que el que fuera considerado un genio del balón está todavía muy lejos de ganarse el perdón terrenal, y mucho menos, el indulto divino.</p>
<p>Mientras no le vuelva a abrir su corazón a sus dos hijas mayores, Maradona seguirá siendo un guiñapo triste y vulnerable.</p>
<p>No asistir a la boda de una de sus hijas y amenazar a la otra con meterla a la cárcel por supuestamente robarle dinero, son acciones de un hombre que en realidad no conoce el arrepentimiento.</p>
<p>Más que las drogas con las que intoxicó su cuerpo, el rencor que corre por sus venas es el veneno más grande que tiene a Maradona al borde de la locura.</p>
<p>El exfutbolista sabe que sus propios errores fueron los que le llevaron a perder la confianza y el amor de sus hijas, y eso es lo que más le duele.</p>
<p>En lugar de arrepentirse y suplicarles su perdón, Maradona siempre ha señalado a sus hijas como las instigadoras de sus desgracias.</p>
<p>Nada más lejano a la realidad que eso.</p>
<p>Poco importa como le vaya a Maradona en la dirección técnica de Dorados.</p>
<p>Ganar un puñado de partidos con ese equipo de segunda división no le servirá para expiar sus culpas.</p>
<p>Solo pidiéndole perdón a su hijas es que podrá vivir y descansar en paz.</p>

Category
Author
Leon Bravo