El Grito Se Oye Alrededor Del Mundo

México rinde un homenaje al “Padre de la Patria” durante las celebraciones del Bicentenario

CIUDAD DE MEXICOCada año durante las famosas celebraciones de la Independencia de México el 15 y 16 de septiembre, el país rinde un homenaje en memoria del “Padre de la Patria”, Miguel Hidalgo y Costilla, recreando el famoso “Grito de Dolores”. El 15 de septiembre, el famoso grito de Hidalgo por la Independencia resuena en todo el país cuando millones de mexicanos recuerdan al hombre detrás de la Guerra de Independencia de México. De un sacerdote de Dolores a un héroe revolucionario reconocido en todo México, la contribución de Hidalgo a la Independencia de México es un punto notable en la fascinante historia del país.

Los comienzos de Hidalgo

    Nacido el 8 de mayo de 1753 en la Hacienda de Corralejo en Pénjamo, Guanajuato, Hidalgo era hijo de Ana María Gallaga y de Cristóbal Hidalgo, administrador de la Hacienda. Ordenado como sacerdote católico en 1778, Hidalgo a menudo iba contra la corriente desafiando a las fuerzas políticas tradicionales y religiosas de la época. Fue profundamente influido por las ideas del movimiento de la Ilustración en Europa, a pesar de que estas ideas no fueron aceptadas en México.

    En 1803, Hidalgo se convirtió en sacerdote de la Parroquia de Dolores en Guanajuato. Durante su estancia ahí promovió varias actividades económicas para sus feligreses. Estas actividades incluyeron la creación de una fábrica de cerámica y talleres de carpintería, fabricación de arneses, herrería, tejido y fabricación de ladrillos También fue responsable de la plantación de un árbol de moras para los gusanos de seda, viñedos y olivos. Su objetivo principal era promover actividades que hicieran a los indios y mestizos de la zona más autosuficientes y menos dependientes de las políticas económicas españolas.

Guerra de Independencia y “El Grito”

    En Dolores, Hidalgo se convirtió en un conspirador activo contra el dominio español junto con Ignacio Allende y otros. Se planeó un levantamiento para el 11 de diciembre de 1810, pero fueron descubiertos por autoridades virreinales.

    Temiendo un arresto, Hidalgo comandó a su hermano Mauricio, así como a Ignacio Allende y a Mariano Abasolo para viajar con otros hombres armados a la prisión local donde deberían asegurarse de que el comisario liberara a los prisioneros a favor de la Independencia.

    Tuvieron éxito en la liberación de 80 presos. Justo antes de la medianoche del 15 de septiembre, Hidalgo ordenó que sonaran las campanas de la Iglesia y reunió a su congregación. La mañana del 16 de septiembre de 1810 Hidalgo inició la rebelión con su famoso “Grito de Dolores”.

    Con el “Grito”, Hiadlgo llamó a las personas de su Parroquia a abandonar sus hogares y unirse a él en su lucha contra el dominio español. El “Grito” de Hidalgo hizo mucho énfasis en su oposición al Gobierno Virreinal y a su lealtad a la religión católica.

    Después de su famoso Grito de Independencia y con varios cientos de seguidores, Hidalgo fue capaz de tomar la ciudad de San Miguel. Marchando a través de Celaya, Guanajuato, Valladolid y Toluca, el número de seguidores creció e Hidalgo fue capaz de tomar estos pueblos en una serie de victorias simples en el curso de dos semanas. Hidalgo, sin formación militar, se convirtió rápidamente en el líder de un nuevo “ejército” sin experiencia ni armas.

El prematuro fin de Hidalgo

    En lugar de dar seguimiento a sus victorias y continuar hacia la Ciudad de México, la marea se volvió en contra de los rebeldes mexicanos. Fueron derrotados en Aculco, Estado de México por el General Félix María Calleja. En marzo de 1811, Hidalgo, Allende y los otros revolucionarios fueron emboscados y capturados por los españoles. Hidalgo fue llevado a la ciudad de Chihuahua y fue excomulgado y expulsado del sacerdocio por el Obispo de Durango el 27 de julio de 1811. Fue declarado culpable de traición por un tribunal militar y ejecutado por un pelotón de fusilamiento el 30 de julio de 1811. Su cuerpo, junto con los de Allende, Aldama y Jiménez fueron decapitados y sus cabezas fueron colocadas en las cuatro esquinas de la Alhóndiga de Granaditas en Guanajuato. Las cabezas permanecieron ahí por diez años, hasta el final de la  guerra. El cuerpo de Hidalgo fue exhibido por primera vez fuera de la prisión y más tarde enterrado en la Iglesia de San Francisco en Chihuahua. Sus restos luego fueron trasladados a la Ciudad de México en 1824.

    Con la ejecución de Hidalgo y de otros líderes insurgentes, el Gobierno Virreinal creía que había dado un golpe letal a la rebelión. Sin embargo, la lucha por la Independencia continuó hasta 1821, año en el que México finalmente se liberó del dominio español. La Independencia de México fue reconocida por el Virrey español el 27 de septiembre de 1821.

    Hoy en día, la Alhóndiga de Granaditas y la Iglesia de San Francisco son grandes atracciones turísticas, junto con la Iglesia en Dolores donde el primer “Grito” se escuchó, así como la celda en el Palacio de Gobierno de Chihuahua donde Hidalgo espero su juicio.

    `En honor a la memoria de Hidalgo, una de las rutas conmemorativas del Bicentenario está dedicada al “Padre de la Patria”. La Ruta de Hidalgo Norte repite los pasos de los líderes de la Independencia: Hidalgo, Allende, Aldama, Jiménez y su ejército en sus intentos desesperados por llegar a Estados Unidos para comprar armas y montar una ofensiva que nunca se realizó. Viajar en esta ruta es recorrer la misma distancia y ver el mismo paisaje que estos hombres vieron en la lucha por la Independencia de México. Esta ruta pasa a través de varias ciudades importantes incluyendo Monterrey, Matehuala, Real de Catorce y Monclova.

Hoy en día la Independencia de México

    Hoy en día, Hidalgo es conocido cariñosamente como el “Padre de la Patria” por haber encabezado la Guerra de Independencia de México. Cada año, en la noche del 15 de septiembre, el Presidente de México se dirige al pueblo reunido en el Zócalo de la Ciudad de México (plaza principal), uno de los más grandes del mundo. De pie en el balcón central del Palacio Nacional, el Presidente con orgullo ondea la bandera mexicana y resuena la histórica campana que Hidalgo una vez repicó. Esto es seguido por el “Grito” (¡Viva Hidalgo!, ¡Viva México!, ¡Viva la Independencia!).

    Una multitud de cientos de miles “gritan” de regreso al llamado. Simultáneamente, Gobernadores y Alcaldes realizan el “Grito” desde los balcones de los gobiernos locales. Aquellos que no pueden asistir a las principales plazas pueden ver el “Grito” en televisión y repetirlo desde sus casas. Después del último ¡Viva México!, se entona el Himno Nacional.

    Poco después, fuegos artificiales estallan en el aire y las celebraciones comienzan. En los últimos años, el Zócalo de la Ciudad de México ha sido anfitrión de numerosas bandas y músicos de renombre en un gran escenario montado enfrente de la Catedral. Al día siguiente es feriado oficial en México y se presenta un desfile militar.

    Los mexicanos muestran su orgullo verde, blanco y rojo con adornos elaborados en sus casas y ponen las banderas en sus ventanas y coches. Durante este tiempo, las familias se reúnen a disfrutar con gusto algunos platillos típicos del Día de la Independencia como los Chiles en Nogada. Inspirados por la bandera Mexicana, el plato contiene un chile poblano verde cubierto de salsa cremosa de nuez blanca y rociado con semillas de granada roja brillante.

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