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<figure id="attachment_37323" aria-describedby="caption-attachment-37323" style="width: 300px" class="wp-caption alignright"><a href="http://laprensa-sandiego.org/etc-etc-etc/sporting-news/el-poder-del-si-…; rel="attachment wp-att-37323"><img loading="lazy" class="size-medium wp-image-37323" src="http://laprensa-sandiego.org/wp-content/uploads/2016/11/4e30add3bcd40.i…; alt="Imagen: Sam Hodgson/Voice of San Diego" width="300" height="199" srcset="https://dev-laprensa.pantheonsite.io/wp-content/uploads/2016/11/4e30add… 300w, https://dev-laprensa.pantheonsite.io/wp-content/uploads/2016/11/4e30add… 610w" sizes="(max-width: 300px) 100vw, 300px"></a><figcaption id="caption-attachment-37323" class="wp-caption-text">Imagen: Sam Hodgson/Voice of San Diego</figcaption></figure>
<p>Es difícil creer en algo o alguien cuando una vez ya fuiste engañado.<br>
En 1994, John Moores, un magnate que hizo su fortuna con programas de computo, llegó a San Diego.<br>
El empresario apareció para comprar a los Padres, equipo que en esa época sufría la peor crisis financiera y deportiva de su historia.<br>
Moores fue quien salvó el béisbol de Las Grandes Ligas en San Diego. De no haber aparecido con sus millones, en 1994 la franquicia se hubiera mudado a Washington.<br>
Tras haber rescatado a los Padres, Moores se dio a la tarea de repetir una y otra vez que para que el equipo se convirtiera en un proyecto financiero viable necesitaba construir un nuevo estadio.<br>
Esa fue la bandera que Moores utilizó para convencer a los residentes del condado de San Diego a que votaran en favor de varias medidas que beneficiaban la edificación del estadio de beisbol que hoy conocemos como Petco Park.<br>
En su momento, Moores aseguró que un nuevo estadio convertiría a los Padres en una franquicia poderosa, y prometió que los aficionados tendrían año con año un gran equipo de béisbol.<br>
Petco Park abrió el 8 de abril del 2004. Desde su apertura, los Padres solamente han llegado dos veces a los playoffs, en 2005 y 2006.<br>
Las promesas de Moores se convirtieron en palabras que se las llevó el viento. El nuevo estadio que construyó con el apoyo de recursos públicos, no transformó a la franquicia de los Padres en una de éxito.<br>
Se le agradece a Moores que haya salvado el béisbol de Las Grandes Ligas en San Diego y se le agradece que haya tenido la visión de edificar uno de los estadios más bellos en Las Grandes Ligas.<br>
Lo que no se le agradece es que haya utilizado la idea de un nuevo estadio para manipular y presionar a los residentes de San Diego.<br>
En su momento, Moores dijo que de no contar con el apoyo económico del gobierno local, sería muy difícil que pudiera mantener a la franquicia en San Diego.<br>
Bajo esa estela de miedo e incertidumbre que sembró entre los fieles seguidores de los Padres, Moores fue capaz de ganar en las urnas el permiso de la ciudadanía para utilizar fondos públicos para construir Petco Park.<br>
El próximo martes 8 de noviembre, cuando vayas a depositar tu voto para la elección presidencial entre Hillary Clinton y Donald Trump, vas a encontrar en tu boleta la llamada Proposición C.<br>
Votar Sí, significa tu apoyo para que los dueños de los Chargers de San Diego, la multimillonaria familia Spanos, reciba fondos públicos para construir un nuevo estadio para su equipo.<br>
Votar No, representa tu rechazo a que el gobierno de la ciudad transfiera recursos a la edificación del proyecto.<br>
Dean Spanos, al igual que Moores en su momento, representan la misma tendencia: Ambos dicen salvar las franquicias deportivas de San Diego, pero piden el dinero del erario a cambio.<br>
Tu decidiras si vale la pena darle más a los que ya tienen todo, o si estás dispuesto a frenar las promesas de quienes solo buscan engrandecer el valor monetario de su propiedad.<br>
Con nuestro voto, este martes podemos cambiar el rumbo que tomará San Diego.</p>