Enfrentando la Raza

Comentario:
Por Yhamel Catacora

Antes del 6 de noviembre la opinión publica parecía murmurar el complejo concepto que vemos de colores, la identidad étnica o simplemente racial. Desde nuestros pueblos de origen venimos acarreando eso que el blanco es blanco y que el pardo es pardo y que sabemos demasiado bien, cómo han nutrido esos dos conceptos, la historia de nuestros pueblos.

De la misma forma, sabemos, que aunque no todos lo reconozcan o lo quieran recordar, Estados Unidos tiene algunas partes fofas y vulnerables a atizar fogatas cuando hablamos de su pasado racial. Por miedo y por falta de costumbre no nos atrevíamos a erguir el cuello unas cuantas pulgadas más. Inclusive cuando se venía anunciando esa crónica del fin de la derecha, atisbamos con timidez, desde nuestro caparazón. El revolucionario 6 de noviembre, claro está, Barack Obama ganó su segundo mandato presidencial, pero nosotros los hispanos, ganamos algo más importante, la posibilidad de sujetar el espejo con las dos manos y ponderar sobre lo que vemos en el reflejado.

Pues ese examen de identidad es también el que una colorida masa de más de mil cuatrocientas personas llevó a la ciudad de Baltimore en Maryland, a través del bienio denominado “Facing Race”, a cargo del Applied Research Center (Centro de la investigación aplicada) . Dado el ambiente post electoral que todavía se vive en todo el país y particularmente tan cerca a la capital, la pasión de activistas, educadores y estudiantes, se pudo sentir a través de un pulso inquieto e insatisfecho, que intentaba emitir una voz que solo colectivamente ruge con la fuerza de un huracán.

Pues nadie podía poner mejor viento caribeño a ese temporal, ni más seriedad a nuestras urgencias como minorías, que el escritor dominicano Junot Diaz, el orador principal de la conferencia.

Con un aire sombrío, pensativo, inquieto y la informalidad que lo caracteriza, Junot Diaz fue ovacionado por lectores, colegas y entusiastas, que ya le llaman por su primer nombre. En más de un taller o de una plenaria, se citó las ideas del profesor de literatura del Instituto Tecnológico de Boston,(MIT) quien a sus 43 años de edad, ha también sumado el premio Pulitzer y el Premio de Genio, Macarthur, a una lista enorme de logros y galardones. Y es que nadie parece plasmar mejor y al mismo tiempo ilustrar a través de la ficción, las penurias que a veces significa el “sueño americano”.

Sus libros son emblemáticos para millones de jóvenes de todas las etnias, porque con aire pícaro y con la simpleza y el lenguaje de los barrios marginados de Estados Unidos, nos invita a revisar los problemas más profundos de nuestra esencia. Esos dolorcillos que nacen de esa borde que Gloria Anzaldua nos ayudó a teorizar como la más grande herida de nuestra identidad.

Es más, Junot Diaz está abriendo los ojos críticos de los jóvenes hispanos, invitándoles a recrear sus aspiraciones, desde la siniestra oscuridad donde los pone un sistema que es todo, menos daltónico.

En la conferencia también fueron protago-nistas jóvenes indocumentados que han podido convertirse en artistas, profesionales, y sobre todo activistas. Cada uno de ellos es un elemento clave, un pensamiento singular que se suma a las miles de inquietudes que brotan de sus condiciones.

Una amalgama de ideas y experiencias fueron los temas que se desarrollaron en este increíble encuentro de personas que todavía sueñan, todavía creen, pero quienes ya han perdido la paciencia de esperar que los gobernantes obren por los menos favorecidos por el sistema. “Ya no somos adolescentes a quienes pueden castigar”, decía Rinku Sen, la presidenta de ARC, señalando el crecimiento y sobre todo la unión de todos los sectores desfavorecidos de la población que juntos, conforman la gran mayoría que hizo posible la reelección de Barack Obama.

Precisamente es eso lo que se quiso afirmar y subrayar, como decía Sen, es la mayoría, no la minoría que ha elegido a Barack Obama, y es esa mayoría la que también se asegurará que se asignen responsabilidades.

El oxigeno y el espíritu vertido sobre todo por la juventud hispana en Facing Race, es el que deberíamos todos los hispanos respirar y cuidar. Especialmente ahora que también somos materia digna de ser discutida por la otrora hostil derecha estadounidense. El futuro es hoy, decía algún sabio. Es hora de velar por el porvenir de los millones de hispanos que conforman ese temible gigante que nutre el suelo y el porvenir de esta gran nación.

Para saber más sobre el Applied Research Center visita www.arc.org

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