Dra. Collazo-Clavell es endocrinóloga de Mayo Clinic en Rochester, Minnesota
Dra. Collazo-Clavell, ¿Qué es la diabetes mellitus? ¿Y por qué se llama mellitus?
La diabetes es una condición en que el cuerpo está teniendo problemas de controlar el azúcar en la sangre. La insulina es la hormona que controla el azúcar en la sangre y la diabetes ocurre cuando el organismo no produce o no usa apropiadamente la insulina. La llamamos mellitus porque ciento de años atrás se notaba que una serie de individuos tenía una orina muy dulce. La palabra mellitus proviene del latín y significa dulce. La explicación de este suceso es que cuando el nivel de azúcar aumenta en la sangre los riñones tratan de eliminar el exceso de glucosa.
¿Cuáles son los diferentes tipos de diabetes mellitus?
Hay la diabetes mellitus tipo 1 donde el problema se encuentra en la incapacidad del organismo de producir la hormona insulina. Esa condición es más frecuente en adolescentes y adultos jóvenes de menos de 25 años. Por eso que antes la diabetes tipo 1 se llamaba infantil. Sin embargo, puede ocurrir a cualquier edad aunque es más común en niños, adolescentes y adultos jóvenes. Así que pacientes que padecen de esta enfermedad necesitan insulina y hoy en día la insulina se provee por inyección o muchas veces por infusión usando una bomba de insulina. En la diabetes tipo 2, que es más frecuente en adultos, el problema no es la producción de insulina sino que el cuerpo no responde a la insulina, es resistente a la acción de esta hormona y por esa razón el azúcar sube. Los riesgos a desarrollarla son muchas veces ambientales: la dieta, la actividad física y el peso. Lo que está ocurriendo recientemente es que estamos poniéndonos más gorditos. La frecuencia en diagnosticar la diabetes tipo 2 ha aumentado. Lo que nos preocupa es que más jóvenes, adolescentes y niños están padeciendo de esta condición.
¿Y qué es la diabetes gestacional?
De nuevo estamos delante del problema del control del azúcar en la sangre. Lo que ocurre durante el embarazo es que el cambio de las hormonas tiende a dificultar la acción de la insulina. Así que una persona con un historial familiar de diabetes puede notar un aumento del azúcar durante el embarazo. Lo importante de controlar el azúcar es asegurar el bienestar de la mamá y del bebé. Si el azúcar no está controlada, aumenta el riesgo del bebé ser bastante grande. Aunque pensamos que grande es sinónimo de saludable, en esta circunstancia, puede predisponer el bebé a complicaciones durante el parto. Lo que sí es importante subrayar es que la mamá no tenía diabetes pero desarrolló la diabetes durante el embarazo y por lo tanto necesita controlar el azúcar durante la gestación. En un alto porcentaje de mujeres, se observa que la diabetes desaparece después del parto. No obstante, la diabetes gestacional aumenta el riesgo de la mamá desarrollar diabetes tipo 2 en el futuro. Si la mamá ha mejorado los hábitos de la comida y del ejercicio, mantener estos cambios a largo plazo es primordial para proteger su salud.
La diabetes es muy común en nuestra comunidad. ¿Cuándo es el momento para chequear el azúcar?
Los síntomas clásicos de la diabetes son mucha sed y muchas visitas al baño para orinar. El cuerpo está tratando de controlar el azúcar en la sangre. La verdad es que la mayoría de los pacientes diagnosticados con diabetes no presentan estos síntomas. Hay muchos individuos que tienen diabetes pero no lo saben. En el caso de que haya un familiar diabético, se recomienda que a partir de los 40 años se debe chequear la tasa de azúcar. En general, se debe chequear el azúcar en cualquier edad, especialmente aquellas personas que ya notan el exceso en sed y la necesidad de ir al baño. A los individuos que tienen sobrepeso y son sedentarios, se aconseja también chequear los niveles de glucosa. Para las mujeres, el hecho de dar la luz a un bebé de más de nueve libras indica un riesgo de desarrollar la diabetes. Cuando se examina el azúcar puede que aún no esté en el nivel para diagnosticar la diabetes pero quizá esté en el nivel de pre-diabetes. En la pre-diabetes el paciente tiene la posibilidad de prevenir que el azúcar siga subiendo incorporando cambios en su dieta, adoptando ejercicio físico y manteniendo un peso más saludable. Es importante saber que una vez que se diagnostica la diabetes, la persona será diabética toda su vida.
¿Cuáles son los retos de cuidar de una persona con diabetes?
Lo más difícil es que muchas veces individuos sufren de estas condiciones y no las reconocen. Es un reto tratar de controlar una condición cuando una persona no sabe qué tiene. Uno de los grandes logros de la medicina ha sido el descubrimiento de la insulina. El tratamiento de la diabetes permite que la persona goce de una vida completa y saludable. Hay incluso atletas olímpicos que han ganado medalla de oro que tienen la diabetes tipo 1. El hecho de tener diabetes no les han limitado lograr lo que quieren en sus vidas.
¿Cuáles son las complicaciones de una diabetes no controlada?
El riesgo está asociado a los niveles de glucosa en la sangre. Sabemos que mientras más altas las tasas de azúcar, más alto el riesgo a complicaciones. En la diabetes tipo 1, hay riesgos agudos. Si una persona deja de tomar su insulina, en menos de 48 horas, puede desarrollar complicaciones que le pueden costar la vida. Así que es muy importante que el paciente con diabetes tipo 1 tome su insulina regularmente. A largo plazo lo que nos preocupa son las complicaciones que afectan la vida de los pacientes. Por ejemplo, complicaciones que afectan la vista que pueden conllevar a la ceguera o complicaciones con los riñones que pueden producir un fallo renal y quizá el paciente necesite un trasplante o también complicaciones relacionadas al corazón que pueden acarrear afección cardiaca. Estas condiciones no siempre son percibidas por los pacientes. Por eso la importancia de la prevención. Las visitas médicas regulares permiten chequear el azúcar en la sangre e identificar si otras complicaciones están sucediendo. Todo gira alrededor de la prevención y eso requiere que el paciente esté pendiente de sus citas y de que tome sus medicinas. Siempre digo a mis pacientes que si esperamos a que vengan a mi oficina porque tienen un problema ya hemos perdido mucho tiempo y no lo podemos recuperar.