Poderío ofensivo, grandes cualidades defensivas y liderazgo es lo que el equipo de San Diego adquirió con este pelotero
Por León Bravo
La llegada de Eric Hosmer a los Padres de San Diego representa algo más que la contratación de un buen pelotero.
El primera base, que firmó un acuerdo de ocho temporadas por 140 millones de dólares, es el escalón en el que la franquicia sandieguina buscará apoyarse para escalar grandes alturas.
Procedente de los Reales de Kansas City, Hosmer conoce la fórmula para hacer que un equipo de limitados recursos financieros pueda convertirse en campeón de la Serie Mundial.
“Mi ilusión es ganar campeonatos para la ciudad San Diego porque yo entiendo perfectamente el orgullo que eso significa”, dijo Hosmer en su presentación con los Padres.
En 2015, los Reales ganaron la segunda Serie Mundial de su historia y un año antes también habían estado presentes en el clásico de octubre.
En ese glorioso recorrido, Hosmer fue pieza clave de un equipo que estaba lleno de talento joven.
La situación actual de los Padres es muy similar a la que precedió el éxito de Kansas City.
“Veo situaciones muy parecidas, dos organizaciones con limitaciones financieras, pero con talento joven en todas sus posiciones”, dijo Hosmer al comparar a los Reales con los Padres.
En siete temporadas con la escuadra de Kansas City, Hosmer sumó 127 cuadrangulares, 566 carreras producidas y mantuvo un porcentaje de bateo de .284.
El pelotero de 28 años de edad complementa su poderío ofensivo con grandes cualidades defensivas y es por eso que se le considera uno de los mejores inicialistas en las Grandes Ligas.
“Eric es un gran jugador, pero sobre todo, es una gran líder en el campo de juego y dentro del vestuario”, dijo el gerente general de los Padres A.J. Preller.
“A nuestra organización llega un pelotero apasionado por ganar, por cumplir metas importantes y por darle a nuestros aficionados muchas satisfacciones”, apuntó el directivo.