Feliz Navidad y Merry Christmas

LA COLUMNA VERTEBRAL
El Soporte Informativo Para Millones de Hispanos
Por Luisa Fernanda Montero

Por estos días el universo se viste de colores en una de las más populares celebraciones de las que se tenga noticia: La Navidad. Costumbres milenarias se intercalan en una fiesta religiosa que varias iglesias comparten y miles de personas en todo el planeta celebran: el nacimiento del hijo de Dios.

¿Que Jesús no nació en diciembre si no en abril? ¿A quién le importa? La fiesta de cumpleaños es en diciembre y ya está.

Entre pesebres, árboles de navidad y medias de colores la alegría y la nostalgia se contagian, entonces, ¿por qué no darle un espacio a la meditación? ¿Por qué no pensar por un momento, a propósito de la navidad, en las cosas que podemos hacer para mejorar nuestra vida y la de aquellos que nos rodean?

Estas fechas son para celebrar, si, pero son también para acercarnos a nuestra propia humanidad. No somos solo Pedro, José o María. Somos parte de un todo. Somos parte de una comunidad. Por eso es importante que recordemos y apliquemos los valores humanos que hacen especiales estas fechas.

La solidaridad, el respeto por el prójimo, la amabilidad, el amor son algunos de los valores que nos hacen humanos, pero también pueden ayudarnos en gran medida a ser un poquito más felices. ¿Quién dice que la alegría es sólo navideña? Podemos ser felices todos los meses. Es tiempo de dejar atrás la indiferencia y decidirnos de una vez a poner el granito de arena que no hemos puesto para que el mundo sea un mejor lugar para vivir.

Tal vez no sea su caso, pero si está acostumbrado a vivir con su cara lavada y larga, le propongo que ensaye una sonrisa, se sorprenderá con la cantidad de momentos gratos que una sonrisa puede lograr. Incluso si sonríe mientras habla por teléfono, su interlocutor sentirá la diferencia, eso se lo aseguro.

¿Ha probado a saludar siempre que entre en un recinto o llegue a un lugar? Si es uno de los que lo hace siempre lo felicito, pero lamento informarle, que no todos hacen lo mismo. Saludar, es una de las normas básicas de urbanidad, pero es increíble cuanta gente pasa hoy en día sin darse por enterada. Si saluda con una sonrisa, le aseguro que su día será, en promedio, diez veces mejor. Ah, y mejorará aun más si opta por pedir el favor y dar las gracias, ¡cuente con eso!

La próxima vez que planee decir algo desagradable de alguien, si es que planea hacerlo, le recomiendo que lo piense dos veces y hasta tres. Es aterradora la potencia que tienen las palabras negativas y las nefastas consecuencias que pueden generar. Bien dice el viejo adagio, si no tienes nada bueno que decir, cállate.

La navidad es tiempo de oración, lo que para muchos va de la mano con la meditación. Bien, pues lo invito a meditar, a evaluar en su intimidad que puede hacer para dar más, para hacer más felices a los que comparten el planeta con usted, para amar más y juzgar menos. No todos los regalos cuestan dinero. Una palabra adecuada en el momento preciso puede ser un regalo inolvidable. Y no se olvide de los abrazos. Un abrazo oportuno puede cambiar una vida.

Quizás es posible que sea mejor amigo, mejor pareja, mejor padre, mejor hijo, mejor persona. No lo piense más, dígale cuánto lo quiere, dígale cuánto significa para usted. No lo dude, déle las gracias a esa persona por ese detalle especial que tuvo el otro día y no se detenga, atrévase a tener todos los detalles especiales de los que sea capaz y por favor sonría, le juro que no se arrepentirá. Feliz Navidad y Merry Christmas.