Francisco Carbajal: Ofreciendo una Alternativa a la Juventud

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Francisco Carbajal les ofrece a los jóvenes en San Diego una alternativa a ingresar al sistema penitenciario a través de un programa de justicia restaurativa.
Como gerente del programa y facilitador para el Centro Nacional de Conflictos y Resolución (NCRC, por sus siglas en inglés), Carbajal se dedica a interrumpir la tendencia del encarcelamiento de estudiantes de minorías debido a las políticas de disciplina escolar y municipal, también conocido como el “conducto hacia la prisión” o “pipeline to prison”.
“Lo que hago es hermoso, es un reto, pero es gratificante”, dijo Carbajal.
El programa llamado “Restorative Community Conference” es facilitado por el NCRC, una organización que proporciona recursos a organizaciones, comunidades y personas para resolver conflictos.
A diferencia de un joven que ingresa al sistema de justicia criminal, el programa de justicia restaurativa ofrece una alternativa a las suspensiones o expulsiones al permitir que el individuo asuma la responsabilidad de sus acciones.
El programa implica que la persona que cometió el delito o “joven responsable” hable con la persona perjudicada, los miembros de la comunidad y cualquier otra persona involucrada en un círculo que les dé a todos una voz.
También incluye un proceso de comprensión de la situación de vida y la historia de los jóvenes responsables para comprender sus acciones.
A través de la justicia restaurativa, una vez que un individuo pasa por el programa, se retiran todos los cargos.
Según Carbajal, el programa está cerca de ser uno de los programas de justicia restaurativa más exitosos a nivel nacional, algo que él atribuye a la asociación con diferentes actores clave como la Fiscalía de Distrito de San Diego, las agencias policiales y la comunidad.
Carbajal comenzó su trabajo con el programa de justicia restaurativa mientras completaba una pasantía con el NCRC como estudiante en la Universidad Estatal de San Diego (SDSU, por sus siglas en inglés).
Fue asignado para ayudar a crear el programa de justicia restaurativa, que fue presentado por activistas de City Heights que querían una alternativa para sus hijos, y después de graduarse se convirtió en co-facilitador, luego en facilitador de tiempo completo y eventualmente se convirtió en el gerente del programa.
Carbajal dijo que originalmente fue asignado para ayudar a crear el programa porque los miembros de la organización sentían que tenía “comunidad en él”.
Lo cual era cierto.
Originario de Tijuana, Carbajal creció en una familia de personas dedicadas a dar todo su tiempo para ayudar a su comunidad.
Su abuela vio una necesidad por la educación de salud en su comunidad, por lo tanto, ella dedicó su tiempo a buscar recursos en ambos lados de la frontera y también ayudó a abrir una clínica.
<a href="http://laprensa-sandiego.org/wp-content/uploads/2018/04/PicsArt_02-25-1… loading="lazy" class="alignleft size-medium wp-image-46147" src="http://laprensa-sandiego.org/wp-content/uploads/2018/04/PicsArt_02-25-1…; alt="" width="300" height="300" srcset="https://dev-laprensa.pantheonsite.io/wp-content/uploads/2018/04/PicsArt… 300w, https://dev-laprensa.pantheonsite.io/wp-content/uploads/2018/04/PicsArt… 150w, https://dev-laprensa.pantheonsite.io/wp-content/uploads/2018/04/PicsArt… 1024w, https://dev-laprensa.pantheonsite.io/wp-content/uploads/2018/04/PicsArt… 1104w" sizes="(max-width: 300px) 100vw, 300px"></a>Tras su fallecimiento, la madre soltera de Carbajal asumió sus responsabilidades y continuó con la tradición familiar de ayudar a la comunidad.
“Ella, con gran ayuda de mi tía, tenía que cuidar de nosotros, tenía que encargarse de lo que normalmente se encargara mi abuela, que son sus hermanos, ahora todo el mundo dependía de mi madre”, recuerda Carbajal.
Ver a su madre ayudar a su comunidad fue una revelación, según Carbajal, especialmente cuando El Niño destruyó varias casas y ella se presentó para ayudar a los desplazados.
Carbajal y su familia se mudaron a San Diego y se establecieron en Rancho Peñasquitos, donde sintió que no encajaba y descubrió una subcultura que le permitía tener una voz y sentir un sentido de pertenencia.
“Descubrí mi subcultura, mi subcultura que hasta el día de hoy amo amorosamente y sin ella no estaría donde estoy ahora y esa es la subcultura del punk rock”, dijo Carbajal.
Después de graduarse de la preparatoria, Carbajal decidió seguir un camino diferente y viajó por todos los Estados Unidos y Europa tocando música y dedicándose a una comunidad que lo hace sentir bienvenido.
“Fue gente de todos los diferentes ámbitos de la vida en la cultura del punk rock. Me sentí muy bien recibido por eso”, dijo Carbajal.
Luego decidió regresar a San Diego para continuar su educación y siguió un camino que le permitió devolver a los jóvenes su voz de forma similar a cuando descubrió su propia voz.
Carbajal dijo que, aunque el trabajo que hace se siente gratificante, aún queda mucho por hacer, sin embargo, sin sus experiencias, no podría hacer lo que hace.
“Me hace sentir que estoy haciendo una diferencia, literalmente, desestimando los casos de jóvenes, por lo general lo hacen los abogados, hechos por defensores públicos, no por miembros del grupo punk rock de San Diego y Tijuana”, dijo Carbajal.