<p> </p><figure id="attachment_42420" aria-describedby="caption-attachment-42420" style="width: 300px" class="wp-caption alignright"><a href="http://laprensa-sandiego.org/wp-content/uploads/2017/09/mexico-city-ear… loading="lazy" src="http://laprensa-sandiego.org/wp-content/uploads/2017/09/mexico-city-ear…; alt="" width="300" height="225" class="size-medium wp-image-42420" srcset="https://dev-laprensa.pantheonsite.io/wp-content/uploads/2017/09/mexico-… 300w, https://dev-laprensa.pantheonsite.io/wp-content/uploads/2017/09/mexico-… 1024w, https://dev-laprensa.pantheonsite.io/wp-content/uploads/2017/09/mexico-… 1280w" sizes="(max-width: 300px) 100vw, 300px"></a><figcaption id="caption-attachment-42420" class="wp-caption-text">Foto / Wikimedia Commons</figcaption></figure><p></p>
<p>Nosotros, los que escribimos y comentamos sobre temas deportivos, tenemos la culpa.</p>
<p>Nadie de nosotros puede, ni debe de quedar exento, de asumir la responsabilidad de haber caído en el mismo error mil veces.</p>
<p>Ha llegado el momento de reconocer que en nuestras crónicas, opiniones o reportajes deportivos, hemos abusado, y por ende devaluado, la palabra héroe y la palabra milagro.</p>
<p>Cuando un jugador consigue un gol para darle la victoria a su selección nacional, los periodistas califiquemos al anotador de ser el salvador de todo un país y además cometemos el tonto error de subirlo a un pedestal al cual no pertenece.</p>
<p>Cuando un portero hace su trabajo y desvía con las palmas de sus manos un balón que iba destinado a tocar las redes, nos desbordamos en elogios y aseguramos que el cancerbero realizó una maniobra milagrosa, prodigiosa, incomparable.</p>
<p>Con estos adjetivos que generosamente les brindamos a los deportistas, lo único que estamos haciendo es convertir un evento trivial en un acontecimiento aparentemente trascendental para la vida de millones de personas.</p>
<p>Los jugadores de fútbol, o de cualquier otro deporte, no son ningunos héroes y están muy lejos de poder hacer milagros.</p>
<p>En nuestro afán por agrandar la figura de los deportistas y las acciones que realizan dentro del terreno de juego, los periodistas hemos construido héroes con pies de barro y relatado milagros que en realidad nunca existieron.</p>
<p>Aquel jugador que con su gol hizo campeón a su equipo no es un héroe.</p>
<p>Aquel portero que atajó un penalti en un Mundial de fútbol no realizó ningún milagro.</p>
<p>Un verdadero héroe es aquel que con sus acciones salva la vida de su prójimo.</p>
<p>Un verdadero héroe es aquel que arriesga su integridad física para rescatar a un compañero de una terrible situación.</p>
<p>Un verdadero héroe es aquel que no deja en el olvido a un colega, a un amigo, a un ser humano, que por azares del destino, ha caído en la desgracia.</p>
<p>Las descripciones que te acabo de ofrecer de la palabra héroe se ajustan perfectamente a todos y cada uno de los hombres y mujeres que hicieron todo lo que estaba a su alcance para rescatar con vida a los niños del Colegio Rebsamen.</p>
<p>A la 1:15 de la tarde del pasado 19 de septiembre, decenas de pequeños quedaron enterrados entre los escombros de la escuela que colapsó tras el terremoto de 7.1 grados que desoló a la Ciudad de México</p>
<p>Tras días enteros de trabajo y sacrificio, los rescatistas que ayudaron a salir vivos a la mayoría de los niños atrapados en los escombros de la escuela conformaron un verdadero milagro.</p>
<p>Los héroes sí existen, pero este término le queda muy grande a cualquier deportista.</p>
<p>Los milagros sí existen, pero ningún futbolista, beisbolista, o deportista en general, es capaz de crear uno.</p>
<p>El meter un gol para ganar un trofeo no constituye un milagro protagonizado por un héroe.</p>
<p>El conectar un cuadrangular para obtener la Serie Mundial es una situación trivial que no debe calificarse como un acto divino.</p>
<p>El mantener y sacar con vida a decenas de niños que estuvieron enterrados en escombros, eso sí es un milagro protagonizado por verdaderos héroes.</p>
<p>Por esos héroes, por esos hombres y mujeres que arriesgaron su vida para salvar otras, va este reconocimiento transformado en un grito muy sentido que sale de mi corazón.</p>
<p>¡Mé-xi-co… Mé-xi-co…Mé-xi-co… tierra de héroes, tierra de milagros!</p>