Huéspedes Inspeccionados

México del Norte
Por Jorge Mújica Murias

Doscientos noventa y un ex-trabajadores de McDonald’s, una de las corporaciones con más lana en el planeta, recibirán 205 mil 977 dólares de compensación, anunció el Departamento del Trabajo, porque su patrón los explotó miserablemente. Entre ellos hay 178 estudiantes extranjeros, que vinieron a Estados Unidos con Visas J-1, como “estudiantes de intercambio”.

Que McDonald’s, o en este caso una de sus concesionarias explote trabajadores no es novedad. Lo que es novedad es que alguien se haya dado cuenta, haya revisado la situación y que se haya decidido ponerle un remedio.

Nada sucede, por supuesto, nomás porque si. Los trabajadores se quejaron, después de encontrar un centro de trabajadores, la Alianza nacional de Trabajadores Huéspedes, dispuestos a echarles la mano, y la División de Horas y salarios del Departamento del Trabajo de Estados Unidos investigó la situación y encontró que la compañía Cheung Enterprises, basada en Middletown, cerca de Nueva Orleans, violó descaradamente las leyes de Salario Mínimo y Tiempo Extra en seis de sus restaurantes. Según el investigador del distrito de Wilkes-Barre, Cheung le hacía descuentos ilegales a los trabajadores, y con ello terminaba pagándoles menos del salario mínimo federal de $7.25 por hora. Otros trabajadores no recibían el pago correcto por sus horas extras, y encima de todo, Cheung Enterprises le cobraba a los estudiantes rentas astronómicas por horrendos “apartamentos” de la compañía, y les cobraba la renta directamente de sus salarios.

Encima de la cantidad que Cheung le tiene que devolver a los trabajadores, tiene que pagar 5 mil dólares de multa por las violaciones a la ley, y tiene que mantener papelería correcta demostrando que no le vuelve a robar a nadie. “Cheung Enterprises”, dice el Departamento del Trabajo, “no solamente no pagó los salarios correctos, sino que a propósito se aprovechó de los estudiantes extranjeros que vinieron a nuestro país” bajo el programa de la Visa J-1″, dice Al Gristina, Director de la oficina de Wilkes-Barr. “Este acuerdo garantizará que los derechos y los salarios de los trabajadores extranjeros y de Estados Unidos queden protegidos”.

Según la Alianza Nacional de Trabajadores Huéspedes, “algunos de los trabajadores más vulnerables, los trabajadores inmigrantes, obtuvieron una victoria no solamente para ellos sino para todos los trabajadores”.

Escasez de Inspectores

Es una historia bonita, pero por desgracia poco repetible, porque casi no hay inspectores del trabajo.

En Estados Unidos hay un inspector escolar por cada 40 escuelas. Trate el lector de imaginarse cuántas escuelas puede inspeccionar al mes. Hay también un inspector por cada 135 farmacias. Siga haciendo sus cuentas. En temas de higiene y seguridad laboral, Estados Unidos tiene un inspector por cada 66 mil trabajadores.

California, por ejemplo, que ha sido un estado donde se ha peleado mucho por la seguridad e higiene laboral, tiene un inspector para estos temas por cada 3 mil lugares de trabajo. Aquí en mi rancho, en Illinois, hay 78 inspectores para todo el estado y sus 5 y medio millones de trabajadores. Por piocha, les tocan cerca de 550 sitios de trabajo. Texas está peor, con 98 inspectores para sus más de 10 millones de trabajadores, y les toca un promedio de 1,018 sitios de trabajo por persona.

De trabajadores de Horas y Salarios no hay muchos datos, pero el rumos consistente en Illinois es que solamente hay 7 de ellos en todo el estado. Si para esperar que un inspector de seguridad e higiene venga a la chamba hay que esperar sentado, para esperar uno de horas y salarios habría que entrar en estado de hibernación por un par de siglos.

Y las cosas, claro, van juntas con pegadas. En Bangladesh, done el año pasado se cayó un edificio con una docena de talleres de costura y murieron más de 800 trabajadores, solamente había un inspector por cada millón de trabajadores. Según la Organización Internacional del Trabajo, un límite “razonable” sería de un inspector por cada 77 mil trabajadores.

Trayendo a colación el tema de la mentada reforma migratoria, ya que los “trabajadores huéspedes” son parte importante de todas las propuestas, sabemos que se piden 24 mil nuevos agentes de la Patrulla Fronteriza, pero ni un solo inspector del trabajo, a pesar de que por ahí hay alguna palabrería de “garantizar los derechos de los trabajadores huéspedes”.

Como en el caso de McDonald’s, los derechos de nadie están garantizados a menos que se luche por ellos, por defenderlos, y los trabajadores se organicen. Si se llega a aprobar una “reforma migratoria”, con inspectores del trabajo o sin ellos, quedará como siempre, en manos de los trabajadores ejercer sus derechos y hacer que se cumplan…

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