La Columna Vertebral
El Soporte Informativo Para Millones de Hispanos
Por José López Zamorano
Ofelia Aguilar es una valiente y trabajadora inmigrante indocumentada mexicana que como muchos millones más, de casi todas las nacionalidades, vinieron a Estados Unidos en busca de oportunidades y de una mejor vida para sí mismos y sus familias. “Fue una experiencia muy desagradable, muy triste, estuve al borde de la muerte”, nos dice Ofelia.
Jornalera en la industria de las plantas de ornato en el estado de Florida, Ofelia fue expuesta a los peligrosos pesticidas agrícolas, uno de los cuales le causó daño en el hígado.
Lejos de ofrecerle apoyo o atención médica inmediata, la empresa decidió despedirla meses después. Ofelia está convencida que fue un acto de represalia por haber denunciado el incidente ante la asociación campesina local. “Desde el día que yo sentí esos síntomas, que no podía ni caminar ni hablar…me hice la promesa a mí misma de que iba a hablar por el bien de los que están atrás de mí”, dijo.
Esta misma semana el multimillonario de las bienes raíces Donald Trump anunció con bombo y platillo –y al parecer con actores pagados según reportes de prensa– su candidatura presidencial. Sostuvo que México no manda a Estados Unidos a la mejor de su gente. Habló de criminales, violadores y traficantes de drogas.
Cuando el señor Trump hablaba ante las cámaras no pude evitar pensar en Ofelia Aguilar y en los más de dos millones de trabajadores agrícolas, muchos de ellos inmigrantes indocumentados, que todos los días laboran jornadas sobre humanas para poner cultivar los alimentos, las frutas y las verduras que adornan nuestra mesa.
No vale la pena ahondar más en el simplismo y la ignorancia que emanan de las palabras de Trump. Caen por su propio peso ante la evidencia contundente de las invaluables contribuciones de los inmigrantes -documentados o indocumentados– a la economía, la política, la cultura y la sociedad de este país.
Pero si es menester no perder de vista las justas demandas de los trabajadores agrícolas que laboran en los campos de Estados Unidos, varios de los cuales estuvieron en Washington para pedir al Congreso aumentar la edad mínima de trabajo en el campo de 16 a 18 años.
La Agencia de Protección Ambiental (EPA) se apresta a implementar en septiembre las nuevas reglas de uso de pesticidas, a fin de mejorar la capacitación en su utilización y evitar que se produzcan incidentes lamentables como el que dañó la salud de Ofelia Aguilar.
Es importante por ello que en el Congreso se escuche la voz y la opinión de todos aquellos interesados y preocupados por el bienestar y la salud de los trabajadores del campo. Es justo y necesario que estos hombres, mujeres y en muchos casos niños, laboren en condiciones de dignidad para cumplir su importante misión. Para informarte más visita www.laredispana.com y www.epa.gov