La epidemia del maltrato

LA COLUMNA VERTEBRAL
El Soporte Informativo Para Millones de Hispanos
Por Luisa Fernanda Montero

La situación es crítica y la responsabilidad debe ser compartida. No podemos seguir actuando con indiferencia.

La violencia contra la mujer es un problema de salud global de proporciones epidémicas. Eso es lo que destaca el reciente informe de la Organización Mundial de la Salud, que bien ha puesto sus ojos en una situación que afecta a millones de mujeres en el mundo.

De acuerdo con la organización internacional, más de un tercio de las mujeres de todo el mundo son o han sido víctimas de algún tipo de violencia física o sexual. Yo creo que eso es escandaloso.

La violencia no puede ser asumida, bajo ninguna circunstancia, como algo normal, como algo cotidiano, como algo que debemos aceptar por el simple hecho de ser mujeres.

La violencia no es normal. No podemos permitirnos pensar o creer que merecemos ser violentadas.

No podemos admitir ningún tipo de violencia en nuestras vidas. Siempre hay una alternativa.

La tradición machista que aun reina en muchas comunidades hispanas no puede ni debe ser admitida como justificación, cuando de maltrato se trata.

¿Cuántas mujeres escapan del maltrato de sus padres y hermanos para caer en manos de una pareja aun más violenta? De acuerdo con el estudio de la OMS, cerca del 35 por ciento de todas las mujeres experimentarán hechos de violencia ya sea en la pareja o fuera de ella en algún momento de sus vidas.

El estudio indica además que la violencia de pareja es el tipo más común de violencia contra la mujer, y afecta al 30 por ciento de las mujeres en todo el mundo. Insisto, esto es escandaloso.

Y es escandaloso también que cerremos nuestros ojos a la realidad que tenemos ante nosotros. El asunto del maltrato y la violencia intrafamiliar no es un asunto de pareja y puerta cerrada, es un asunto que concierne a toda la comunidad. La violencia genera violencia y es la manzana podrida que daña toda la cosecha. Por eso no podemos ser indiferentes.

Como comunidad debemos estar presentes y exigir que las autoridades de salud sean cada vez más efectivas en la atención de las mujeres víctimas de violencia.

Las víctimas deben saber que no están solas y encontrar el apoyo necesario para salir del círculo de violencia que las atrapa. Es válido recordar que las mujeres que han sido victimizadas —y sobreviven— tienen tendencias muy superiores a deprimirse, a volverse dependientes del alcohol o las drogas, a padecer enfermedades de transmisión sexual y a tener embarazos no deseados.

Estas mujeres son las madres que cuidan los hijos de nuestra sociedad. ¿No merecen acaso todo nuestro respeto y apoyo? ¿Estamos listos para dejar a un lado la indiferencia?

En caso de emergencia acuda a la policía. Para saber más llame a la línea nacional para la violencia doméstica al 1800 799 – 7233. La línea está a su disposición las 24 horas del día y atiende en español.