La Organización

<p><a href="http://laprensa-sandiego.org/editorial-and-commentary/editorial/crisis/…; rel="attachment wp-att-38969"><img loading="lazy" src="http://laprensa-sandiego.org/wp-content/uploads/2017/02/13876545_921740…; alt="" width="300" height="298" class="alignright size-medium wp-image-38969"></a></p>
<p>El siglo XX será recordado como una etapa de grandes cambios en las formas en los que la humanidad enfrentó los retos de organizarse para resolver el cómo producir bienes y servicios y el perfil de las costumbres en las manera de consumirlos.</p>
<p>Recién empezaba el siglo, irrumpía una forma de fabricar que consolidaba el modelo de producción en serie. La industria del acero marcaba el ritmo cuando paso de fabricarse a pedido expreso de un consumidor privilegiado y dominante, para pasar a atender una creciente demanda potencial caracterizada por la poderosa y pujante clase media; se capitalizaban las economías de escala y la industria automotriz marcaba el acelerado ritmo de crecimiento.</p>
<p>Esa forma diferente de producir encontró en los ingenieros la base técnica que consideraba a la fuerza laboral como una pieza más de la cadena manufacturera. Los estudios analíticos del ingeniero Frederick Taylor instituían en Estados Unidos la teoría de la administración científica. La médula de ese enfoque se centraba en implantar el trabajo estandarizado y repetitivo como la columna vertebral del proceso constructivo y a través del férreo control evitar onerosas desviaciones estimulado por un pago basado en resultados. Charles Chaplin, en la película “Tiempos Modernos”, ridiculizó a ese obrero robotizado hasta el grado de la enajenación.</p>
<p>Pasaron muchos años para que un nuevo enfoque diera una vuelta de 180 grados a las formas de producir. Otro ingeniero, Henry Fayol de nacionalidad francesa, aporta un nuevo paradigma en el que ya no es la fuerza física el motor, sino un esquema integrado en el que las habilidades en la dirección son el factor clave incorporando en la toma de decisiones consideraciones complementarias a las estrictamente técnicas como son las funciones comerciales, las financieras, las contables y por supuesto las administrativas. Surgió la escuela del Proceso Administrativo en dónde la coordinación predomina sobre las funciones técnicas. Fue el tiempo de los gerentes y el énfasis en la estructura.</p>
<p>Son dos más los enfoques que cierran la ruta del avance de la organización. La escuela de los Recursos Humanos de Elton Mayo basada en los trabajos experimentales en una fábrica de la Western Electric (Hawthorne Works) auspiciados por la Universidad de Harvard. En ellos se reconoce que el recurso humano es el más valioso componente de la producción y su capacitación, entrenamiento y desarrollo las partes vertebrales para obtener resultados exponenciales en la producción.</p>
<p>Finalmente, la mercadotecnia redondea la visión de la modernidad. Es en definitiva el mercado el factor que impone el ritmo de la producción y es el consumidor el decisor fundamental del proceso de producción. En ese campo hay muchas aportaciones, pero las de Peter Drucker, Stanton y Kotler son las dominantes.</p>
<p>Desde luego que hay muchas otras líneas de estudio, pero en una apretada conclusión se puede sostener que hasta ahora esos son eran los grandes pisos del edificio de la administración en los que sólo encontramos enfoques y estudios marginales que profundizan, con más o menos éxito, los planteamientos clásicos.</p>
<p>En el tiempo presente se están percibiendo nuevos esquemas de funcionamiento que evidencian en una especie de crisis paradigmática. Hoy el trabajo individual está imponiendo sus condiciones. Los emprendedores son multifuncionales: Diseñan, fabrican, administran, programan y ejecutan desde un reducido espacio geográfico. Ya no son necesarios grandes instalaciones para producir o para vender. </p>
<p>El Ciberespacio es la nueva forma de la galaxia económica, yo no es plano ni redondo. Es multidimensional y está dejando congelados a los dirigentes tradicionales que no lo comprenden y ni siquiera lo reconocen cuando se mantienen firmes en sus arcaicas visiones o, en el peor de los casos, reclaman un regreso al pasado. </p>

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Francisco Barbosa