LA COLUMNA VERTEBRAL
El Soporte Informativo Para Millones de Hispanos
Por Luisa Fernanda Montero
¿Nos estamos acostumbrando a ir en contravía de nosotros mismos? La mayoría de las personas que conozco expresa abiertamente su deseo de tener una larga y feliz existencia. Sin embargo y paradójicamente, sus deseos no van en la misma dirección que sus acciones.
Es decir, que queremos vivir mucho y ser felices pero no hacemos lo que debemos hacer para lograrlo.
¿Cuál es su caso?
El asunto es que de acuerdo con un reporte recientemente presentado por los Centros de Control y Prevención de enfermedades – CDC – más de 200 mil muertes causadas por enfermedades del corazón en Estados Unidos podrían prevenirse.
Muchas de estas muertes pueden atribuirse a la ausencia de tratamientos tempranos que detecten y traten a tiempo condiciones como la presión arterial alta o el colesterol pero es claro que la clave está en tener un estilo de vida saludable que disminuya los factores de riesgo.
Si queremos que nuestra vida sea larga y buena, debemos hacernos concientes de nuestros hábitos, evaluarlos y determinar cuales debemos abandonar.
El consumo exagerado de bebidas alcohólicas y de sustancias nocivas como las contenidas en los cigarrillos, la falta de actividad física y la ausencia de dietas equilibradas lleva a muchos a aumentar sus posibilidades de padecer enfermedades del corazón y las enfermedades del corazón matan.
Esta claro, la salud de su corazón está en sus manos. Usted decide como alimentarse, que cantidad de grasa, alcohol o nicotina introduce en su organismo o cuanto tiempo dedica a actividades físicas como caminar, correr o nadar.
Pero lo cierto, según el reporte de la CDC, es que cerca del 80 por ciento de los estadounidenses no siguen las recomendaciones generales de salud que indican que deben realizarse cerca de tres horas semanales de ejercicios aeróbicos de intensidad moderada o 75 minutos de actividad más fuerte.
Y es que en Estados Unidos el setenta por ciento de los adultos tiene sobrepeso o es obeso y uno de cada tres tiene la presión arterial alta. Las cifras son preocupantes.
La buena noticia es que realizar cambios pequeños y paulatinos puede tener resultados positivos e inmediatos y que podemos empezar ahora mismo.
El asunto es de conciencia. ¿Que tal si empezamos a pensar un poco mejor en lo que comemos? ¿Que tal si decidimos ejercitarnos unos minutos cada día? ¿Que tal si aumentamos nuestra ingesta de fibra y vegetales y bajamos la de grasas y harinas?
La clave está en empezar, en dar un paso a la vez y si tenemos hijos inculcarles desde pequeños la importancia de preferir las frutas y los vegetales a las bebidas gaseosas azucaradas y a los snacks repletos de calorías.
Es difícil pero no imposible, la salud de su corazón está en sus manos.