Las eliminaciones que sufrió en la Copa Confederaciones y la Copa Oro harán que México no sea cabeza de serie en el Mundial de Rusia
Por León Bravo
La selección mexicana y Juan Carlos Osorio pagarán caro las malas actuaciones que tuvieron en la Copa Confederaciones y en la Copa Oro.
Los resultados negativos en esas dos competencias hicieron que el Tri bajara en el escalafón de la FIFA, por lo que es muy probable que en el Mundial de Rusia tengan que enfrentar a dos potencias en la fase de grupos.
De haber conseguido el título de la Copa Oro, México hubiera asegurado ser cabeza de grupo en la próxima Copa del Mundo y eso le hubiera dado la oportunidad de tener un camino mucho más fácil a la siguiente ronda.
El título de la Concacaf le hubiera dado al Tri el puesto número 10 en la clasificación de la FIFA y lo hubiera colocado por encima de importantes equipos europeos como Bélgica y Francia.
Perder el partido por el tercer lugar en la Copa Confederaciones también afectó a la selección mexicana.
Antes del torneo disputado en Rusia, el cuadro que dirige Juan Carlos Osorio contaba con mil 50 puntos en la clasificación de la FIFA.
Después de la Copa Confederaciones, el cuadro Azteca vio bajar su escala a mil 30 puntos.
“La Copa Confederaciones fue muy perjudicial por los resultados, pero también porque obligó a México a llevar un equipo alternativo a la Copa Oro y eso fue un factor clave para que no haya ganado el torneo”, explicó el analista deportivo Alexis Martín Tamayo.
El experto en estadisticas deportivas explicó que al perder el título de la Concacaf, la selección mexicana bajó al puesto número 14 en el ranking FIFA.
Ganar la Copa Oro le hubiera significado al Tri quedar en el décimo lugar del ranking y eso le hubiera permitido ser cabeza de serie en el Mundial de Rusia.
Tamayo no cree que México pueda recuperar el terreno perdido de aquí a cuando se desarrolle el sorteo para la Copa del mundo de 2018 en Rusia.