El carismático exarquero fue quien abrió las puertas de la MLS para que los jugadores mexicanos lleguen a gozar una vida llena de dólares y comodidades
La tarde del 13 de abril de 1986 era una típica postal de primavera en el área de Los Ángeles.
El cielo completamente despejado, los rayos del sol que adornaban el horizonte y la cálida temperatura invitaban salir a divertirse.
En las montañas de la ciudad de Pasadena, las gradas del Rose Bowl se vestían de gala para recibir a los 69,225 aficionados que presenciarían el primer juego en la historia del Galaxy de Los Ángeles.
Custodiando el marco de la escuadra galáctica se encontraba un arquero de gran calidad que fascinaba a los aficionados por sus acrobacias para detener balones y por su estrafalaria forma de vestir.
Jorge Campos, el el primer mexicano en llegar a la MLS y en jugar para un equipo de Los Ángeles, fue quien abrió la compuerta para todos aquellos compatriotas que han seguido sus pasos.
Campos llegó al Galaxy precedido de gran fama por sus apariciones en Liga Mexicana, pero sobre todo, por sus grandes actuaciones con la selección de su país.
En aquel entonces, el arquero originario de Acapulco no pudo resistir el contrato de 193 mil dólares por temporada que le ofreció el Galaxy, y que en esa época era lo máximo que la liga permitía pagar a un jugador.
Poco más de dos décadas después de la presentación de Campos en la MLS, la liga estadounidense se ha convertido en el destino final al que aspiran llegar los grandes jugadores mexicanos.
Por dos semanas consecutivas, los equipos angelinos de la MLS se robaron los reflectores para presentar a su grandes contrataciones.
La escuadra del Galaxy fue el primero en soltar un cañonazo con la presentación de Jonathan dos Santos, quien llegó al club para unirse a su hermano Giovani.
La semana pasada, Los Angeles Football Club, la franquicia que en 2018 se estrenará en la MLS, anunció el fichaje de Carlos Vela, quien para muchos es el mejor futbolista mexicano de la actualidad.
La llegada de los hermanos dos Santos y de Vela acentúa la disposición de la MLS por hacerse de jugadores que están en el mejor momento de su carrera profesional.
La fórmula para convencer a estas estrellas por parte de la MLS es muy fácil: grandes sumas de dinero, estadios de primer mundo y una vida tranquila rodeada de comodidades.
Con un contrato que ronda los siete millones de dólares por temporada, Vela no tuvo que pensarlo mucho para tomar la decisión de dejar Europa para venir a Los Ángeles.
“El tren solo pasa una vez”, dijo Vela en referencia a la gran oferta económica que recibió por parte de LAFC.
Vela no será la última gran estrella mexicana que venga a alumbrar el firmamento de la MLS.
Después del Mundial en Rusia, es muy probable que Javier “Chicharito” Hernández se una al ataque del LAFC para conformar una sensacional mancuerna con Vela.
Otro que seguramente atenderá la invitación millonaria de la MLS es Andrés Guardado, quien ya ha sido tentado por el equipo de Atlanta.
Hace 21 años, nadie se imaginó que un menudito y extrovertido portero de sonrisa contagiosa se convertiría en el faro de luz que guiaría la llegada de todos los mexicanos a la MLS.
Jorge Campos es sin duda, el personaje al que sus paisanos le deben los millones de dólares que hoy ganan por jugar fútbol en Estados Unidos.
Pie de foto: Carlos Vela será la gran estrella del LAFC que en 2018 se estrenará como la nueva franquicia de la MLS en Los Ángeles. Foto/Internet