Líderes del Sur y el Este del Condado Luchan Contra las Tarifas de Consumo de Agua que Propone San Diego

Por Sandra G. Leon
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Anadie nos gusta pagar de más, y una coalición de líderes está combatiendo una propuesta del Municipio de San Diego que ocasionaría que, en el transcurso de los próximos seis años, se le cobren 7.2 millones de dólares de más a los habitantes de la zona South Bay y el este del condado por el suministro de agua reciclada. Sostienen que las tarifas que propone San Diego cobrarían de más a usuarios en Otay a fin de cobrarles de menos a usuarios de agua reciclada en la zona norte de la ciudad. Entre dichos líderes se encuentran Greg Cox y Diane Jacob, Supervisores del Condado; David Álvarez, Regidor Municipal de San Diego; Mary Casillas, Alcaldesa de Chula Vista y su Cabildo; Ben Hueso, Senador del Estado; el Consejo de Administración de Southwestern College; y diez cámaras de comercio y asociaciones empresariales de la localidad. Afirman que las tarifas por consumo de agua en la zona South Bay deben basarse en los costos para brindar el servicio a las comunidades de South Bay, y no en los costos para brindar el servicio a usuarios al norte de la ciudad, quienes lo reciben a través de un sistema distinto y físicamente independiente que no tiene conexión alguna con el sistema que suministra a las comunidades de South Bay y ciertas secciones en este del condado.

En la zona South Bay y comunidades aledañas en el este del condado, el agua reciclada se utiliza para la irrigación de áreas verdes en banquetas y camellones, áreas administradas por asociaciones de vecinos, parques, campos de golf y otras áreas públicas. El agua para dichos usuarios la suministra el distrito hídrico Otay Water District, el cual adquiere el 99% del agua reciclada que se genera en la Planta Municipal de Recuperación de Agua South Bay en el valle del Rio Tijuana. El distrito Otay distribuye dicho líquido mediante una red de distribución con un valor de 200 millones de dólares que ésta misma construyó, opera y de la cual es propietaria.

Según el análisis de costo realizado por el Municipio de San Diego, la tarifa para suministrar a las comunidades de South Bay se basa exclusivamente en el costo de producción del agua reciclada, el cual es de $1.14 por cada cien pies cúbicos de agua (hcf). No se incluyen costos de distribución en virtud de que el distrito hídrico Otay es propietario de su propio sistema de distribución. De manera independiente, el análisis estima que el costo de producción y distribución de agua reciclada para usuarios en el norte del condado es de $2.14 hcf. Estos usuarios dependen de San Diego tanto para la producción de agua reciclada para usuarios en el norte del condado es de $2.14 hcf. Estos usuarios dependen de San Diego tanto para la producción como para su distribución mediante la red de suministro propiedad del Municipio.
El Municipio propone contar con una tarifa única que combine los costos tanto de South Bay como del norte de la ciudad para crear una tarifa de $1.73 por hcf – superior al costo para suministrar a South Bay y menor que el costo para brindar el servicio al norte de la ciudad.

“Las tarifas que propone el Municipio son desiguales e injustas para nuestros usuarios,” expresó Mark Watton, Gerente General del distrito hídrico Otay Water District.  “Si el Municipio necesitara aumentar sus tarifas para cubrir costos, estaríamos de acuerdo, pero en este caso se trata de una intención deliberada de obligar a nuestros usuarios en las comunidades de la zona South Bay y del este del condado a cubrir el costo de la red en el norte de la ciudad a fin de subsidiar tanto al Municipio de San Diego como a usuarios en el norte de la ciudad.”  La coalición resalta que de las 600 cuentas de agua reciclada el norte de la ciudad, 100 se tratan de cuentas del Municipio de San Diego para irrigación de campos de golf, parques y otros usos extramuros. “representa un inherente conflicto de intereses el que el Municipio establezca tarifas que le beneficien a sí mismo a costas de terceros,” indicó Watton.

El Municipio argumenta que la red que suministra a la parte norte y la red que suministra a las comunidades de South Bay forman parte de un mismo sistema integral. Asimismo argumenta que South Bay recibe créditos de dos dependencias normativas por su adquisición de agua reciclada y por su red de distribución.

La respuesta de Watton al Municipio respecto de estos puntos es enfática: “El Municipio no tiene forma de mostrarle a nadie el punto en el que la red que suministra a South Bay y la red que suministra al norte [de la ciudad] se conectan físicamente – porque no existe tal. Tienen permisos, contratos, costos y usuarios completamente independientes.”  Watton además destaca que los créditos que reciben son irrelevantes en materia de establecimiento de tarifas justas. “Los créditos que recibe Otay por concepto de su uso de agua reciclada no tienen nada que ver con el establecimiento de tarifas por parte del Municipio. Otay depende del Municipio exclusivamente para la producción del agua reciclada, y la tarifa para Otay debe establecerse con el fin de recuperar el costo de producción del líquido, no por su producción y distribución. Es así de sencillo.”

Otay ahora propone una tarifa alterna por zona basada en los costos para brindar el servicio a la red de South Bay. Watton resalta que la tarificación por zonas cuenta con el aval de la Asociación Estadounidense de Obras Hidráulicas (American Water Works Association) y que la Autoridad Metropolitana de Facultad Conjunta en Materia de Aguas Residuales (Metropolitan Wastewater Joint Powers Authority) – un organismo asesor de ocho municipios y varios organismos operadores locales – votó en apoyo de tarificación por zona como la manera justa y equitativa de establecer tarifas en San Diego.

Se anticipa que el Cabildo Municipal de San Diego votará el 17 de noviembre sobre el tema de las tarifas propuestas.

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