Lo que dejó febrero

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<strong>Latin Media International Inc.</strong></p>
<p>Los casi 70 grados finalizando febrero en la capital, ayudaron a confirmar que éste es el país de las extrañezas. Al día siguiente del debate republicano en Arizona, al otro lado del país en la ciudad de Arlington en Virginia, se estrenaba una exposición traída directamente desde la casa azul de Coyoacán, México, detallando en 240 fotografías, fascinantes pasajes de la vida de Frida Kalho. Mientras en Arizona se levantaba el dedo acusador a los inmigrantes ilegales, cerca a Washington se aclamaba a una de las más grandes pintoras mexicanas.</p>
<p>Es indescriptible la sensación que produjo el ver a cientos de personas hacer una línea de casi 20 minutos para echar un vistazo a las fotografías, grandes, medianas, y tan pequeñas algunas, que se contaban con lupas en la exposición, para poder deleitarse aun más con los detalles escondidos con el tiempo que la tecnología y el aprecio del arte han puesto ahora ante nuestros ojos. Fue igualmente impresionante ver una fotografía de Lenin, Trotsky y Stalin juntos; como fue agradable ver que algunos comensales vestir atuendos oaxaqueños. Fue conmovedor ver en la alfombra roja del Artisphere que alberga la exposición, a dignatarios mexicanos prestando algo de Frida, a la ciudad hermana de Arlington, un tesoro de México y de la humanidad.</p>
<p>En cada fotografía se sentía la esencia de la artista. Y cada fotografía producía suspiros, uno que otro “wow”, comentarios y murmullos. Todo tipo de edades y nacionalidades componían a los que venían a enterarse algo de esta singular mujer.</p>
<p>Es realmente refrescante que se imponga una mantilla oaxaqueña con el carácter de Frida ante un clima político pesado y abrumador.</p>
<p>Habiendo presenciado día antes a esta apertura, el debate entre Rommey, Santorum, Gingrich y Paul, y con el conocido sheriff Joe Arpaio en la audiencia, fue casi imposible borrar de la mente la arrogante alevosía con la que los candidatos prometen defender su suelo patrio y sus confines.</p>
<p>Y es que no necesitamos una lupa para ver los detalles de estas complejidades en las que se comprometen el porvenir de millones de hispanos en este país. En los debates, cuando se pronuncia con odio y oportunismo la palabra “ilegal”, damos por sentado que el tener documentos no necesariamente nos excluye de los afectados. Y es que se ha creado un gran consenso que hispano es sinónimo de ilegal. No sería mala idea interiorizar entonces y adoptar ese adjetivo voluntariamente; no solamente para solidarizarnos con nuestra gente, pero para crear ver-dadera consciencia que este es un ataque a toda nuestra comunidad.</p>
<p>Nuestra esencia hispana, nuestra cultura ha venido aderezando a este gran país como el adobo. La contribución de cada miembro de nuestra gran familia comienza con el pedrero y termina con la pluma o el pincel de un artista. Cada latino en este país es una pieza significativa que se usa y abusa cuando llegan las elecciones. Pues abramos los ojos y magnifiquemos el legado de artistas como la gran Frida; portemos esos atuendos nativos, principalmente en la mente y en el corazón y armémonos de información. Frida era una pintora comprometida con el cambio social hace casi un siglo. El mundo ha cambiado muy poco desde entonces, pero persisten también las ansias que nos dejó en una de sus pinturas más famosas y se lee: “árbol de la esperanza, mantente firme”!</p>

Author
Yhamel Catacora