Lorenia Saldivar: Crea su Negocio de la Nada

La originaria de Querétaro, México, Lorenia Salvidar, llegó a Estados Unidos con muy poco. Ahora, cuenta con un restaurante de comida mexicana en Escondido, al cual viajan comensales desde Los Ángeles y otras partes de California sólo para probar su sazón. 
Lorenia nació en Querétaro, pero creció en Guadalajara. Ahí cursó sus estudios básicos y superiores. Cuando estaba estudiando la carrera de administración de empresas en la Universidad Internacional Tecnológica Especializada, recibió una llamada de su padre quien vivía en Estados Unidos, él le dijo que tenía la oportunidad de tramitar sus documentos para que ella pudiera emigrar. 
“Tuve la oportunidad de emigrar a Estados Unidos. Mis padres estaban en Escondido, y me vine con ellos. Mi padre era jardinero, y mi mamá era ama de casa. Aquí conocí a quien ahora es mi esposo y con quien comparto el restaurante”, comentó. “Mi esposo y yo coincidimos en muchas ideas, queríamos ahorrar dinero para poner un negocio en México”. 
Para ahorrar dinero, ella trabajó en diferentes maquiladoras en el área de Carlsbad, entre estas una compañía que hacía palos de golf. Lorenia no hablaba inglés cuando llegó a Estados Unidos, y en las maquiladoras fue el único lugar donde pudo encontrar un empleo donde no necesitaba del idioma y aun podía tener un sueldo decente. 
“Nos casamos y tuvimos a nuestro primer bebé. Luego de juntar dinero, nos fuimos a Tepic, Nayarit, de donde es originario mi esposo, ahí pusimos nuestro negocio”, comentó. “Tuvimos muchas dificultades por la situación en la que estaba México en ese entonces. Todos nuestros ahorros se fueron en gastos. No tuvimos resultados, y perdimos todo”. 
Con su primer hijo, sin dinero, y sin negocio, la pareja se regresó desilusionada a Estados Unidos. 
“Nadie podía creer que regresamos a Estados Unidos sin nada de lo que teníamos. Nos fuimos a poner un negocio, y regresamos sin nada”, comentó. “Regresamos a Estados Unidos de nuevo con muchos sueños pero también desilusionados. No teníamos nada, ni un automóvil, ni una cama”. 
De regreso en Estados Unidos, Lorenia comenzó a vender perfumes, y productos de nutrición. Su esposo no encontró trabajo como carnicero, su profesión por más de 20 años, y tuvo que trabajar como jornalero para poder mantener a su familia. 
Tras ahorrar algo de dinero, la pareja cambió de profesión. Los dos comenzaron a trabajar como empleados para fiestas privadas. De ahí, les nació la idea de comenzar de nuevo un negocio familiar, pero en Estados Unidos. 
El dinero que recibieron al pagar sus impuestos, les sirvió para abrir su restaurante, El Paisa Mex ubicado en 250 Woodward Avenue en Escondido. 
“Tardamos seis meses en poder terminar el proyecto del restaurante. Siempre estuvimos apoyados por nuestra familia, incluso compartimos la renta de nuestra casa con otros familiares”, comentó Lorenia. “En un momento estuvimos a punto de abandonar el proyecto porque mi esposo tuvo una intervención médica. Estábamos agotados, pero decidimos continuar hasta que abrimos el restaurante”. 
Ahora, el negocio está apunto de cumplir seis meses desde su apertura. Y ya se cuenta con una clientela regular además de nuevos comensales cada día. 
En este restaurante se ofrecen desayunos como chilaquiles y chorizo con huevo, burritos, tortas, caldos como menudo y pozole, tamales, tostadas, tacos, mulitas, y birria. Sin embargo, lo más solicitado en este negocio familiar, son las tortillas elaboradas con auténtico nixtamal y hechas a mano. 
El nombre del restaurante tiene una historia muy particular. El esposo de Lorenia, Juan Carlos Briseño, a todos sus compatriotas les dice “paisa”, por ser paisanos de su país. Esa singularidad hizo que todos sus amigos y familiares le llamen “paisa” y de ese apodo surgió el nombre del negocio. 
Los comensales no sólo disfrutan de típica comida que se les ofrece, sino que también sienten un pedacito de México a través de la decoración, música y visuales del establcimiento. 
“En el restaurante quise poner una televisión con imágenes de los lugares más bonitos de México. Cuando las familias vienen a comer, los niños se interesan en la televisión y les preguntan a sus padres que de donde son esas imágenes. Los propios padres en un principio piensan que son imágenes de Europa u otros países, y toda la familia se asombra al descubrir que son partes de México, y los niños se emocionan y piden viajar a México. También tenemos música tradicional de México acompañando a las imágenes”, comentó. “Al restaurante vienen a comer mexicanos, árabes, americanos, y hasta le toman fotos al video de las imágenes de México. Creo que hasta estamos impulsando el turismo en nuestro país”. 
Además del restaurante, Saldivar y su esposo cuentan con servicio de banquetes. La familia ha servido en reuniones y fiestas de 20 hasta 350 personas. Este servicio lo ofrecen a lo largo de toda la región. 
“Estamos en un proceso de crecimiento. Nuestros clientes están contentos y vuelven a venir, que es lo más importante. No hemos tenido la oportunidad de comprar publicidad para el negocio, no tenemos ni siquiera teléfono ni una página de internet, pero queremos crecer y sostener este negocio”, dijo. “Queremos que más personas conozcan sobre nuestra cultura mexicana a través de nuestra comida. Incluso, en un futuro queremos abrir otro negocio para poder tener más empleo para nosotros y para otras personas”.