LA COLUMNA VERTEBRAL
El Soporte Informativo Para Millones de Hispanos
Por Luisa Fernanda Montero
El cáncer de seno es el más común entre las mujeres de todas las razas en Estados Unidos y la primera causa de muerte por cáncer entre las hispanas. Para ellas el panorama no es alentador, y para ellos tampoco, porque esta enfermedad también los ataca.
Y aunque la prevención es la clave, cualquier mujer que haya tenido que someterse a una mamografía, sabe que estamos hablando de molestia, incomodidad y dolor. Sin embargo, son pocas las opciones que hasta ahora nos regala la tecnología, así que cuando nos toque el turno no nos queda más que acudir a la cita.
La recomendación general es evitar los factores de riesgo que generalmente se asocian a distintos tipos de cáncer, como el consumo de alcohol y de tabaco, tratar de mantener un peso saludable y ejercitarse. Pero especialistas en nutrición afirman que, además de ser preventiva, una dieta basada en plantas y baja en grasa podría ayudar a pacientes con cáncer del seno.
De acuerdo con los expertos de la Clínica Mayo, una dieta basada en plantas y baja en grasa puede mejorar la calidad de vida de los sobrevivientes, ayudarles en el proceso de recuperación después de su tratamiento y disminuir las probabilidades de recurrencia de enfermedad.
“Una dieta basada en plantas es alta en nutrientes y com-puestos que parecen ayudar a proteger nuestro cuerpo del cáncer y otras enfermedades”, afirma la nutricionista de la clínica en Jacksonville, Florida, Sonia Murgueytio Jurado.
Los alimentos de origen vegetal contienen sustancias conocidas como fotoquímicos que según explica Jurado no son otra cosa que compuestos químicos producidos por las plantas. “Algunos ejemplos de fitoquímicos son las ligninas, flavonoides y licopenos, y se encuentran en granos enteros, moras o frutillas, y tomates, respectivamente”, explica Jurado.
De acuerdo con la nutricionista una dieta rica en frutas, vegetales, legumbres y granos enteros traerá consigo los beneficios de estos compuestos. Se recomienda además dismi-nuir el consumo de grasas y agregar a nuestra dieta panes y cereales integrales como la avena y el cereal de salvado.
“Estudios indican que el consumo de por lo menos 5 porciones de frutas y vegetales al día podría reducir la incidencia de cáncer en un 20 por ciento”, dice Jurado, quien recomienda además preferir los alimentos que no sean altamente procesados y controlar las porciones que consumimos.
No lo olvide, el estilo de vida que elija determinará en gran medida el curso de su salud, una sana alimentación le traerá múltiples beneficios antes o después del cáncer. Ejercítese, aprenda a superar el estrés y dese tiempo para alimentarse adecuadamente. No olvide que siempre vale más prevenir que lamentar.