¿Mejor que Nada?

México del Norte
Por Jorge Mújica Murias

A la hora de las opciones, uno puede agarrar diferentes caminos y, según algunos filósofos, la vida no tiene destino escrito sino que todo depende de lo que hagamos o dejemos de hacer.

Decidir qué hacer es complicado de por sí. A veces la decisión correcta lleva a un resultado nefasto o al revés, un error puede llevar a un resultado correcto. En eso anda ahorita el movimiento a favor de los derechos de los inmigrantes indocumentados, tratando de decidir si hacer algo, no hacer nada, hacer algo en contra o hacer algo a favor.

Y ahí está también el Partido Demócrata, no mucho por cariño hacia los inmigrantes sino por amor a los votos y los puestos políticos, con la mira en las elecciones del próximo año y la posibilidad de ganar un botín político dependiendo de si hay o no “reforma migratoria”.

La cosa es complicada. Si no hay reforma pueden culpar a los Republicanos y tratar de reducir el número de ciudadanos de origen inmigrante, mayoritariamente latinos, que todavía vota por ellos. Pero si no hay reforma el Partido Demócrata puede ser también acusado de que “no cumplió con sus promesas” electorales de reforma y se vio como vulgar político mexicano que nunca cumple.

Y echar la culpa puede cortar para los dos lados. Los Republicanos pueden acusar a los Demócratas de que no hubo reforma “por su culpa”, porque quieren darle “amnistía” y “ciudadanía automática” a millones de “ilegales” y así nomás no se puede negociar.

La estrategia Demócrata estos días parece ser tratar de evitar esa posibilidad y sacar “algo”, lo que sea, porque “algo es mejor que nada”. Si el presidente de la Casa de Representantes, el republicano John Boehner, no permite la votación de la propuesta S744 del Senado cuando los congresistas regresen de sus vacaciones en septiembre, tratarían de forzar un voto usando una cosa llamada “discharge petition” que obligaría a la aprobación de la S744. Necesitan juntar 218 firmas y presentarlas a Boehner para obligar al vota. Muchos Republicanos firmarían, para desechar el chance de las acusaciones que les resten votos.

¡Peor es Todo!

Eso no son buenas noticias, por las razones que ya sabemos. Si bien la S744 beneficia a algunos inmigrantes y tiene algunas buenas provisiones para la legalización, la mayoría es pésima, anti-trabajador y anti-inmigrante. Los “legalizados”, entre comillas porque es legalización a medias y en abonos, quedarían sujetos a una explotación extrema por parte de los patrones para mantener su estatus medio-legal, y los que no se pudieran legalizar quedarían en calidad de esclavos “en las sombras”, esperando con más miedo que hoy que los pesque la Migra y los mande a la cárcel primero y luego derechito al país de donde hayan venido.

Con una veintena de firmas de Republicanos se podría forzar el voto y demostrar, los Demócratas, que por lo menos trataron de cumplir sus promesas (o las de Barack Obama, para ser más claro). Los Republicanos quedarían bien, porque a la larga nadie se acuerda a la hora de las elecciones, de cómo se llegó a una u otra decisión legal, sino solamente de las consecuencias. Podrían argumentar que hicieron lo posible para evitar la “amnistía” y bla, bla, bla, pero que lograron una parte importantísima, “asegurar la frontera”, y bla, bla, bla. (Y miles de millones de dólares para sus amigos contratistas y corporaciones en el proceso de “fortalecer la frontera”, claro).

Y ahí es donde la puerca tuerce el rabo. A final de cuentas, la S744 y el resto del discurso y los esfuerzos legislativos de los partidos en torno a lo que le apodan “reforma migratoria” no son más que bla, bla, bla. Es palabrería hueca, es circo y pre-campaña electoral.

No hay, y si siguen así las cosas no habrá, yo creo, una discusión seria de la situación y las relaciones económicas de Estados Unidos y una bola de países (empezando por México), que han sufrido las políticas de este llamado “coloso del norte” que los han empobrecido y forzado la migración; no hay, ni habrá, una discusión seria de la problemática de la frontera, no centrada en el narco o el contrabando sino en el libre paso de los trabajadores internacionales a los centros de trabajo.

Para que la reforma no salga en que “algo es mejor que nada”, hay que evitar que el todo salga peor, en pura palabrería y corruptela. Para tratar eso vamos a marchar de nuevo, el 12 de octubre, ése día en que un marinero perdido llegó de Europa a un continente que ya estaba poblado. Será el día de marchar por la dignidad y el respeto a las comunidades migrantes que nos han quitado en el proceso de “reforma”. Por los papeles para rodos, por la salud para todos, por la educación para todos, y para que aún sin acción del congreso, Obama pare ya su nefasta política de deportaciones.

Contacto Jorge Mújica Murias e mexicodelnorte@yahoo.com.mx