Por Brenda Gregorio-Nieto
Son más de cincuenta mil inmigrantes indocumentados que cruzan la frontera cada año hacia Estados Unidos en busca de nuevas y mejores oportunidades, el sueño americano, es su principal objetivo, por lo que hacen hasta lo imposible por cumplirlo, sin embargo, el setenta por ciento no logra adquirirlo ya que son detenidos y deportados por agentes de la Patrulla Fronteriza a sus lugares de origen; otros pierden la vida en el intento, al ser interceptados por las balas de oficiales. En los últimos cinco años, cuarenta y tres individuos fallecieron al recibir impactos de armas de fuego por estos agentes fronterizos, hasta el momento, todas las muertes han quedado impunes.
Entre los principales factores que se interponen en el trayecto de los inmigrantes indocumentados, son las cuestiones meteorológicas y ante la llegada de la temporada invernal, la cifra de muertes incrementa considerablemente. En el condado de San Diego, la primer nevada se hizo presente justo la última semana de noviembre y se espera que caigan nevadas de hasta ocho pulgadas, además ante el pronóstico de las lluvias del fenómeno del Niño que se aproximan, las alertas emitidas son aun mayor.
En cuanto respecta a la Patrulla Fronteriza, la agencia refuerza sus operativos sobre las zonas montañosas de la región de San Diego, ya que la lluvia y la nieve cubren los senderos utilizados por indocumentados que en años anteriores la lluvia ha superado los 2, 500 pies de altura. La zona de Pine Valley es uno de los trayectos más utilizados por quienes cruzan la frontera de manera ilegal, por lo que autoridades fronterizas cuentan con equipos de rescate los cuales realizan rondines en las zonas aledañas donde ha caído más nieve. Es el equipo llamado Borstar, el encargado de la búsqueda, lesiones y rescates de la Patrulla Fronteriza, quienes manifestaron que la mayoría de los inmigrantes desconocen a las cuestiones a las que se enfrentaran, ya que son engañados por “Coyotes” quienes reciben grandes cantidades de dinero y los abandonan en medio de la interperie, sin la ropa ni el calzado necesario para soportar las condiciones meteorológicas.
Cifras de la agencia, que no incluyen decesos reportados por otras dependencias, dieron a conocer que son más de cuatrocientas muertes registradas anualmente en la frontera sur divididas entre los meses de temperaturas extremas ya sea en temporada de calor e invierno. Voceros de la agencia señalaron que la Patrulla Fronteriza cuenta con agentes capacitados en áreas de ambiente fronterizo, topografía, clima y la especificidad cultural de la frontera con el objetivo de brindar asistencia tanto a ciudadanos norteamericanos que se encuentren en esas áreas como a los inmigrantes provenientes de cualquier país que requieran su ayuda.
Es por eso que existen diversos grupos que han destinado su labor al apoyo de los inmigrantes indocumentados, un claro ejemplo es el equipo de Ángeles de la Frontera, su fundador Enrique Morones, acompañado de un grupo de voluntarios realiza recorridos constantes sobre las zonas más transitadas por los inmigrantes, además instala estaciones con alimentos, agua y ropa. Morones aseguro que los indocumentados se preparan mas ante la temporada de calor que para el frio ya que además no cuentan con el dinero suficiente para arroparse, pues todo su capital lo proporcionan a las personas encargadas de llevar a cabo su cruce ilegal.
El calvario para los inmigrantes indocumentados nunca termina, es reducido el número de personas que concluyen satisfactoriamente su cruce, ya que del 30% que logran traspasar la frontera, el 85% encuentran trabajo en labores del campo, sin embargo una vez que comienzan con sus trabajos son maltratados por sus dueños. Pedro Ríos, Director de la Asociación de Amigos en San Diego, asegura que la mayoría de ellos no recibe su pago correspondiente, aunque trabajen más horas de lo que consiste su jornada, entre otros de los abusos, no cuentan con derecho a tomar agua a pesar de que la labor es pesada, sin embargo la mayoría no exponen sus casos con miedo a ser deportados a sus lugares de origen.
A pesar de los múltiples riesgos que represente el cruzar la frontera de manera ilegal, llegar a un país desconocido en donde la principal barrera es el idioma, cada año la cifra de personas que intenta cruzar va en aumento, ya que la mayoría huye de lo que no pudo encontrar en su propio país.