Militares Mexicanos encontraron el más grande laboratorio clandestino en Baja California

<p><br>
&nbsp;Bajo el sol ardiente de agosto, entre terrenos áridos y arboledas polvorosas es difícil pensar en las garras del narcotráfico y no en un buen picnic.</p>
<p>&nbsp;Pero es precisamente en esta zona despoblada, alejada por completo de la ciudad y las carreteras, donde los militares mexicanos encontraron uno de los laboratorios clandestinos de cristal más grandes de Baja California.</p>
<p>&nbsp;En el lugar se encontraron 72.5 kilos de cristal y 140 litros de cristal liquido con un valor estimado de 320 millones de pesos, esto sin contar que la droga puede ser “cortada” de 3 a 5 veces.</p>
<p>&nbsp;El decomiso se realizó luego de que personal de inteligencia militar localizara un laboratorio en el rancho El Halcón, en el kilómetro 11 de la carretera Ensenada-Ojos Negros.</p>
<p>&nbsp;El decomiso de esta droga sintética es ya considerado el mayor encontrado en Baja California.</p>
<p>&nbsp;Según la información proporcionada por los militares, la droga encontrada equivale a 6 millones 400 mil dosis, con un valor en el mercado de 320 millones de pesos.</p>
<p>&nbsp;En el lugar se encontraron también 3 kilos de cristal crudo y casi una tonelada de precursores químicos para la elaboración de la droga cuyo valor no ha sido determinado.</p>
<p>&nbsp;Además había varios tambos de 5 galones en los que se encontraban rocas blancas del deshecho de la producción de cristal, lo cual también es comercializado como droga — de ínfima calidad — con el nombre “cola de caballo”.</p>
<p>&nbsp;Según explican los militares a cargo del resguardo, los químicos son caros y se utiliza hasta la última gota de ingrediente para sacar el máximo de ganancia.</p>
<p><strong>Cambio de estrategias</strong></p>
<p>&nbsp;Al laboratorio se llega por medio de una brecha de tierra que llega a una zona despoblada a la orilla de un río y era en una arboleda donde los traficantes “cocinaban” la droga sin riesgo de ser vistos desde el aire.</p>
<p>&nbsp;Ahí se encontraron varias casuchas improvisadas, en las que se cuidaban los químicos, además de instalaciones provisionales de gas y varias plantas de luz eléctrica; guantes, mascarillas y medidores de PH.</p>
<p>&nbsp;Una mesa con restos de comida, dos casas de campaña llenas de cobijas y algunas imágenes religiosas clavadas en los troncos de árboles frondosos son las únicas evidencias de que alguien vivió ahí.</p>
<p>&nbsp;A la sombra de los árboles estaban los grandes tanques de secado y sobre unas tablas, como diamantes, cristales de droga secándose al sol.</p>
<p>Este tipo de laboratorio dista mucho de la manufactura de la droga sintética que se utilizaba hace una década, en la que los adictos y traficantes cocinaban el cristal.</p>
<p>&nbsp;Fue esta forma la que hizo que San Diego fuera en alguna época la capital del cristal en Estados Unidos. Pero tal fue la cacería que los laboratorios cruzaron la frontera hacia México y hoy, ante el acoso de las autoridades en las ciudades, se mudan a lugares despoblados para continuar con la manufactura de un producto cuyo mercado se expande.</p>
<p>&nbsp;Según el capitán encargado del resguardo, el laboratorio recién encontrado en Ensenada es la nueva estrategia de producción de drogas sintéticas en México, que está desplazando al cultivo de marihuana.</p>
<p>&nbsp;“Otras drogas son más lentas, hay que sembrar, cultivar, secar, pero las drogas sin-téticas son de producción masiva todo el año y tienen mayor demanda”, explicó el capitán, quien omitió su nombre y ocultó su rostro tras una máscara de neopreno.</p>
<p>&nbsp;En las ciudades, la producción de cristal es complicada porque es más fácil vincular compras masivas de precursores o saber quién es el dueño de cierta casa o terreno.</p>
<p>&nbsp;“Pero aquí en los terrenos rurales es fácil establecer estos narco-laboratorios “móviles” donde hay menos riesgo de incendio o de ser descubiertos por el fuerte olor tóxico de la droga”.</p>

Category
Author
Mariana Martinez