Activistas en San Diego viajaron hasta la ciudad de Holtville, California para rendir honor a la comunidad migrante que perdió la vida en el desierto y jamás fue identificada.
“Hace muchos años leí del cementerio en Holtville donde había cuerpos de personas que nadie podía identificar y venir aquí para tratar de honrarlos a ellos y a sus familias, es algo muy especial”, dijo Frank Modic, pastor en San Diego.
La organización de Ángeles de la Frontera aseguró que gran parte de las personas localizadas en este cementerio había fallecido en el desierto son víctimas de la falta de oportunidades en su país de origen y de la falta de reformas migratorias en Estados Unidos.
“Mientras hayan leyes tan injustas en Estados Unidos, y haya una persona tan injusta que se llama Donald Trump, quien sus palabras de odio causan muerte, causan crímenes de odio, vamos a ver esto, aunque menos gente está cruzando, más gente está muriendo, porque los que cruzan, lo hacen por zonas muy peligrosas”, señaló Enrique Morones, fundador de Ángeles de la Frontera.
Activistas en San Diego, México y ciudadanos se unieron a la ceremonia, entre ellos residentes en el sur de California quienes mes con mes van y dejan agua a los que en su búsqueda por una mejor calidad de vida se pueden quedar sin vida en el desierto.
“Yo ayudo a la gente que cruza en el desierto a conseguir agua en espacios donde no hay, entonces venir a este panteón es para mostrar respeto a estas gente que sufrió hasta su muerte, pues lo único que necesitaban en algunos casos era agua, y por eso lo hago, para que más personas no tengan que morir de esa forma”, informó James Cordero, activista en San Diego.
En el sitio, los sacerdotes liberaron mariposas durante el Día de Muertos y pidieron juntos entre oraciones por las almas de aquellos que intentaban vivir mejor.
“Pensamos en como honrar a estas personas que ni siquiera sabemos sus nombres, y al hacerlo de este modo, creemos que estamos haciendo un mejor mundo, sobre todo ante el tremendo sacrifico y gran peligro que pasaron estas personas para entrar a este país, que ellos murieran haciéndolo creo que se debe honrar”, agregó Modic.
En el cementerio trasero de Terrace Park a escasos kilómetros de la frontera con México, se encuentran los cuerpos de casi 500 individuos, hombres, mujeres y niños, que perdieron la vida en el desierto de California, en su intento de alcanzar el llamado “sueño americano”.