Comentario:
Por Humberto Caspa, Ph.D.
No wonder?, dirían en inglés. La necesidad de un líder carismático, con la habilidad de moverse de la extrema derecha a la parte más moderada de su partido, ha motivado a los republicanos de crear un espacio libre para el liderazgo del senador Marco Rubio.
La reelección del presidente Barack Obama demostró claramente que la población electoral cambió diametralmente desde las pasadas elecciones hasta hoy.
Si en su primera elección se vio la erupción de nuevas generaciones que quisieron ser escuchados a través del voto, en la segunda se notó que los latinos priman y se han convertido en un grupo que puede determinar elecciones a futuro.
Viendo eso —el cambio electoral—, los republicanos han estado buscando una persona o un grupo que los pueda ubicar dentro de una política cambiante. El grupo existente (Tea Party) es demasiado radical, no fomenta el diálogo y se guía por políticas incoherentes.
Por otro lado, actualmente tienen a un dirigente político en el Congreso, John Boenher, que no tiene la capacidad de liderar a su propia bancada.
Durante el conflicto por el presupuesto nacional, Boenher presentó un plan “B”, el cual iba a eximir de nuevos impuestos a todos menos a los que ganan más de 1 millón de dólares. Sus propios subordinados en el Congreso no le apoyaron.
Así, motivado por la emergencia de los latinos, los republicanos están buscando un líder con esas características. Parece que Rubio es el indicado.
Rubio ha tenido la capacidad de moverse desde sus bases (Tea Party) a las alas radicales de su partido; y de ahí, a las bases moderadas del electorado nacional sin ningún problema.
Es un líder natural. Joven y hábil con los medios de comunicación. Aunque nació en Estados Unidos y su lenguaje dominante es el inglés, probablemente habla el español mejor que la mayoría de los latinoamericanos.
En una entrevista con Jorge Ramos, quien normalmente trata de acorralar a sus invitados en su programa Al Punto, Rubio nunca se dejó dominar. Por el contrario, fue él quien produjo un tanto de incomodidad en el conductor de televisión.
Rubio está programado para responder el mensaje del Estado de la Unión del presidente Obama la próxima semana. El tiempo dirá si es el momento indicado para llevarlo a la cúspide del liderazgo republicano.
Recordemos que el actual gobernador de Lousiana Bobby Jindal trató de coronarse dentro de su partido después de la primera elección de Obama, al ser elegido como persona que refute las palabras del Presidente. Se desplomó. Su participación produjo risas y muchas críticas.
Rubio tiene un forum incómodo la próxima semana. La respuesta al presidente no ofrece ningún espacio para la equivocación. Su recinto no tiene a nadie que lo ovacione y halague su mensaje. Es un lugar cerrado, sin música y frío. El ambiente es más para perder que para ganar.
Humberto Caspa, Ph.D., es profesor e investigador de Ecomonics On The Move. E-mail: hcletters@yahoo.com