<p> <img loading="lazy" src="http://laprensa-sandiego.org/wp-content/uploads/2017/02/13876545_921740…; alt="" width="300" height="211" class="alignright size-medium wp-image-38969" srcset="https://dev-laprensa.pantheonsite.io/wp-content/uploads/2017/02/1387654… 300w, https://dev-laprensa.pantheonsite.io/wp-content/uploads/2017/02/1387654… 768w, https://dev-laprensa.pantheonsite.io/wp-content/uploads/2017/02/1387654… 859w" sizes="(max-width: 300px) 100vw, 300px"></p>
<p>Mi primer contacto con él fue en 1999 y desde entonces supe que alcanzaría alturas insospechadas.</p>
<p>Han pasado 20 años desde que un periódico de Tijuana me encomendó la tarea de cubrir las prácticas y los juegos de los Padres de San Diego.</p>
<p>Conforme me fui adentrando en el equipo y fui conociendo de cerca la personalidad de cada uno de los peloteros, me di cuenta de que la figura más importante en el club era su mánager.</p>
<p>Bruce Bochy era la persona que con su sapiencia y buen trato hacía que los jugadores de los Padres pelearan cada uno de los partidos como si se tratara de una Serie Mundial.</p>
<p>Más allá de sus conocimientos estratégicos, Bochy se distinguió por ser amigo de sus peloteros y un caballero con los periodistas que todos los días lo buscábamos para cumplir nuestro trabajo.</p>
<p>No era raro que mientras yo caminaba por la grama del estadio buscando jugadores para hacer entrevistas, Bochy se acercara a preguntarme si me podía ayudar con algún comentario o información para la historia que estaba trabajando.</p>
<p>Lejos de rechazar a los medios de comunicación, como gustan hacer muchos atletas profesionales, Bochy entendía perfectamente cuál era la misión de los reporteros que cubrían al equipo.</p>
<p>En el vestuario, Bochy se granjeó la simpatía de sus jugadores comportándose como si fuera uno de ellos.</p>
<p>Por siete temporadas consecutivas me tocó estar en todos los entrenamientos y juegos de los Padres, fue ahí que me di cuenta cómo es que Bochy logró llevar al equipo de San Diego a una Serie Mundial siendo una de las franquicias que menos dinero gastaba en contratar peloteros de alto calibre.</p>
<p>Recuerdo en esa época a Ryan Klesko, primera base de los Padres, y a Phil Nevin, tercera base, llegar a las prácticas en el Estadio Qualcomn en sus respectivas Harley Davidson.</p>
<p>Ambos peloteros eran apasionados de las motocicletas y un día Bochy les dio la sorpresa llegando al estadio montado en su propia Harley Davidson.</p>
<p>Al ver que su mánager se comportaba como ellos, Klesko y Nevin desarrollaron una amistad cercana con él y se convirtieron en los líderes que cargaron con la ofensiva del equipo por varias temporadas.</p>
<p>La lealtad de Klesko y Nevin hacia Bochy se extendió como un virus dentro del vestuario, todos defendían a su mánager a capa y espada.</p>
<p>De carácter relajado, después de los partidos, que generalmente acaban cerca de las 11 de la noche, a Bochy le gustaba recibir a los reporteros sentado con las piernas arriba de su escritorio y con una cerveza bien fría en la mano.</p>
<p>Su personalidad tan diferente para manejar las relaciones humanas dentro de un equipo de Ligas Mayores, aunado a su gran conocimiento, hacían de Bochy un gran mánager y todos los que lo frecuentábamos sabíamos que su futuro sería brillante.</p>
<p>Una vez que en 2006 terminó su ciclo con los Padres, Bochy fue contratado de inmediato por los Gigantes de San Francisco, equipo con el que conquistó tres Series Mundiales.</p>
<p>Esta semana, Bochy anunció que se retirará una vez que concluya la temporada 2019 de Grandes ligas.</p>
<p>El mundo del beisbol habra perdido entonces a uno de sus mejores hombres.</p>