Ya Sáquenlo

<p> <img loading="lazy" src="/sites/default/files/2017/02/13876545_921740734602359_1177198830900475556_n-e1499372147558-300x211.jpg" alt="" width="300" height="211" class="alignright size-medium wp-image-38969" srcset="https://dev-laprensa.pantheonsite.io/wp-content/uploads/2017/02/1387654… 300w, https://dev-laprensa.pantheonsite.io/wp-content/uploads/2017/02/1387654… 768w, https://dev-laprensa.pantheonsite.io/wp-content/uploads/2017/02/1387654… 859w" sizes="(max-width: 300px) 100vw, 300px"></p>
<p>Tras su viaje a Rusia para cubrir la reciente Copa del Mundo, este raro personaje de nuestros tiempos dice que ahora sí entiende y respeta el trabajo de los periodistas.</p>
<p>Desde que hace seis años dejó de recibir ofertas para dirigir a equipos de la Liga MX, este hombre que carece de cualquier atributo para ser un comunicador, se refugió como comentarista de ESPN Deportes.</p>
<p>Su trayectoria como técnico fue un tanto cuanto exitosa y su punto más brillante lo alcanzó hace 13 años cuando llevó a las Águilas del América a ganar el título de campeón.</p>
<p>En su expediente aparecen también blasones mundialistas al haber sido asistente de Manuel Lapuente en la Copa del Mundo de Francia1998 y de Javier Aguirre en Sudáfrica 2010.</p>
<p>Tras su desventurado paso como técnico de Pumas, Mario Carrillo no volvió a dirigir.</p>
<p>Por su carácter voluble, personalidad bipolar y su estrecha relación con una señora que se hace pasar como coach personal, pero que en realidad practica ritos esotéricos muy extraños, el entrenador entró a la lista negra de los dueños de equipos del futbol mexicano. </p>
<p>Sin ningún otro reto profesional en el horizonte, Carrillo aceptó ser analista en ESPN Deportes, un puesto en donde se desempeña de manera deplorable.</p>
<p>Sin capacidad para hilar una oración de 20 palabras, sin claridad a la hora de expresar sus conceptos, sin la personalidad que se requiere para sentarse enfrente de una cámara, Carrillo hace el ridículo cada vez que aparece a cuadro.</p>
<p>Para no herir susceptibilidades de directivos que él cree todavía lo pueden llamar para dirigir, Carrillo nunca compromete sus puntos de vista y evita a toda costa tomar un papel crítico.</p>
<p>Cuando se la da la asignación de explicar movimientos tácticos de un partido, al estratega se le traba la lengua, hace pausas muy largas en sus análisis y su rostro es presa de gestos exagerados. </p>
<p>Por más experiencia que haya acumulado como jugador profesional y como técnico, Carrillo es un pésimo comentarista.</p>
<p>En su viaje a Rusia, Carrillo debió seguir el ritmo de trabajo de verdaderos periodistas.</p>
<p>Levantarse muy temprano, asistir a los entrenamientos de las selecciones, estar presente en las conferencias de prensa, recopilar información, estudiar los temas sobre los que iba a hablar y aparecer en varios programas de televisión en el mismo día.</p>
<p>Fueron jornadas de 16 horas diarias de trabajo, algo a que los periodistas estamos acostumbrados, pero que Carrillo nunca se imaginó.</p>
<p>“Ahora sí entiendo su trabajo, ahora sí respeto el trabajo de todos ustedes”, dijo Carrillo a los periodistas presentes en la mesa del programa Futbol Picante.</p>
<p>El reconocimiento de Carrillo al sacrificio y esfuerzo de verdaderos periodistas en nada ayuda a que los comunicadores profesionales tengan un sentimiento recíproco hacia él.</p>
<p>La televisión deportiva está llena de exfiguras del deporte que son igual a Carrillo.</p>
<p>No saben hablar, no saben comunicar sus experiencias, no tienen una personalidad que los haga diferentes y no aportan nada nuevo.</p>
<p>La television, la radio, los periódicos y los medios digitales deben ser centros de trabajo para profesionales de la comunicación y no para desechos de las canchas.</p>

Category
Author
Leon Bravo