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<p>La Cámara Regional de Comercio de San Diego registró afectaciones en el condado debido a la guerra comercial que inició Estados Unidos el pasado jueves 31 de mayo.</p>
<p>Desde la frontera oeste del país, el sector empresarial asegura se han cancelado pedidos no solo en San Diego, sino también en Baja California, parte de las consecuencias de la incertidumbre y los altos costos del uso de acero y aluminio.</p>
<p>Esta guerra comercial comenzó cuando el secretario de comercio de Estados Unidos anunció la implementación de aranceles del 10 y 25 por ciento respectivamente a las importaciones de aluminio y acero desde México, Canadá y la Unión Europea.</p>
<p>De acuerdo a la Cámara Regional de Comercio, estos aranceles incrementaron en un 5 por ciento el costo de la construcción, lo cual tiene efectos negativos en las obras de bibliotecas que se presupuestaron desde el año fiscal anterior en la ciudad, así como repercusiones en el sector de defensa y militar, que depende también del uso de estos metales.</p>
<p>“En San Diego de seis o siete compañías son afectadas, pero el número de empresas que requieren y utilizan el acero y aluminio para producir, es 150 por ciento mayor que las que trabajan en esa industria; y en términos nacionales, son 6.5 millones de empleos que dependen de los componentes del acero y aluminio”, informó Paola Ávila, vicepresidente de la Cámara Regional de Comercio de San Diego.</p>
<p>El Centro de Estudios México-Estados Unidos de la Universidad de California, San Diego también ha percibido pérdidas en el sector inmobiliario, ya que la guerra comercial tiene efectos negativos con repercusiones a cada ciudadano que habita en la región.</p>
<p>“Están subiendo las tasas de interés, va a haber menos movimiento de bienes raíces en Estados Unidos, hay preocupación en los inversionistas, las armadoras de carros y demás; entonces sí hay que tomarlo muy enserio”, señaló Rafael Fernández de Castro, director del Centro.</p>
<p>Los incrementos y nuevos aranceles aseguraron los expertos no solo afectará a empresas y trabajadores, sino también a cada consumidor que realiza compras importantes y cotidianas.</p>
<p>La segunda fase de incrementos de aranceles que adelantaron altos funcionarios federales en Washington D.C. al sector empresarial en San Diego, contempla el sector automotriz y se espera que México responda con otros impuestos al sector de producción de piezas y vehículos.<br>
“Especialmente los consumidores serán afectados, porque el costo de producción incrementa y con ese costo, el resultado va a ser el precio de los productos, como consumidores somos los que vamos a asumir ese cambio finalmente”, aseguró Ávila.</p>
<p>Mientras la guerra comercial entre Estados Unidos repercute contra México, China, Canadá y la Unión Europea, la incertidumbre mantiene frenados negocios en la frontera de California, reduciendo pedidos de importaciones e incrementando los costos de los productos.</p>
<p>“Trump está jugando con fuego y se puede quemar, porque efectivamente inició una guerra comercial y la realidad de las cosas es que si se están frenando algunas inversiones y si hay preocupación en el mundo porque está creando incertidumbre”, agregó Fernández de Castro.</p>
<p>Ante el panorama, los empresarios dicen no tener buenas predicciones para los siguientes meses, y ahora solo esperan los anuncios de los siguientes aranceles, aseguraron cada anunció podría desencadenar una reacción negativa para economía de la zona fronteriza. Sin embargo aseguran ahora que ha iniciado la guerra esperan poder ver la hora de su final.</p>