Un triunfo ante los Chiefs le dará al equipo de Los Ángeles la cima de su división tras iniciar la temporada con cuatro derrotas
Por León Bravo 
Los Chargers deben ir pensando que puesto que le van a dar a Philip Rivers una vez que decida abandonar el emparrillado.
El mariscal de campo, que inició su expediente profesional en San Diego para después continuarlo en Los Ángeles, ya pertenece al legado histórico de la franquicia.
A sus 36 años de edad, Rivers es el alma que ha resucitado al equipo en esta temporada.
Tras perder sus cuatro primeros encuentros, los Chargers comenzaron a carburar de una manera impresionante gracias a la espectacular actuación de su quarterback.
Rivers está viviendo una de sus mejores campanas en la NFL al sumar 3 mil 292 yardas y 21 pases de anotación cambio de tan solo siete intercepciones.
El comandante de la ofensiva angelina va en camino de superar su mejor marca de yardas acumuladas en una temporada, la cual estableció en 2004 al sumar 4,795 yardas aéreas.
La jornada pasada, Rivers guió el triunfo de los Chargers sobre los Redskins de Washington al conectar dos envíos de touchdown y sumar 319 yardas.
El triunfo le permitió a Los Ángeles mantener el empate en la cima de la División Oeste de la Conferencia Americana con los Chiefs de Kansas City.
Este sábado, el equipo de Los Ángeles enfrentará el duelo más importante de la campaña cuando viaje precisamente a Kansas City para chocar en contra de los Chiefs.
Un triunfo en Arrowhead Stadium le daría a los Chargers una marca de 8-6 y los pondría muy cerca de llegar a los playoffs.
El equipo de Los Ángeles busca convertirse en el primer equipo en la historia de la NFL en llegar a la postemporada tras arrancar una campaña con cuatro derrotas.