Los Prototipos del Muro Fronterizo son Construidos en San Diego

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El reloj corre para seis compañías que tienen menos de un mes para presentar sus propuestas de lo que podría ser el muro prometido por el Presidente de Estados Unidos, Donald Trump.
Esta semana, inició la construcción de estos modelos en un lote a dos millas al este de la garita de Otay Mesa y justo a unos metros frente a la actual barda fronteriza con México.
Cada uno de los modelos debe medir entre 18 y 30 pies de altura, además de estar diseñados para disuadir el cruce de indocumentados e impedir que se construyan pasadizos por debajo, precisó Carlos Díaz, portavoz de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, por sus siglas en inglés).
“Definitivamente va a ser un diseño que va a ser mejor de lo que tenemos ahora mismo”, subrayó el vocero de la agencia federal.
Pese a ser competencia entre sí, todas las compañías, divididas en espacios de 60 por 60 pies edificarán sus modelos en el mismo sitio.
Una vez que sean presentadas, iniciará un proceso de evaluación de entre 30 y 60 días, en el que autoridades, incluyendo la misma Patrulla Fronteriza analizarán resultados.
“Van a estar probando si estas paredes funcionan, usando herramientas y otro tipo de aditamentos para ver si pueden vencer las características que tiene esta frontera”, mencionó.
Roy Villarreal, jefe interino del sector San Diego de Patrulla Fronteriza, señaló que identificarán “la mejor manera de construir partes nuevas y reparar la infraestructura existente a lo largo de la frontera antes de realizar alguna inversión”.
El acceso al área de construcción es restringido, y cada camión que ingresa debe pasar por un filtro de seguridad.
Desde dos millas de distancia, autoridades locales resguardan la zona. Algunas calles aledañas fueron cerradas parcialmente, además que se colocaron letreros para prohibir el estacionamiento de vehículos hasta el próximo 10 de noviembre.
Una de las mayores preocupaciones era que se registraran manifestaciones masivas y violentas en el sitio, según un memorándum del Departamento de Seguridad Nacional dado a conocer por el Wall Street Journal.
Para ello, se designó un área de “libre expresión”, para manifestantes que quisieran hacer escuchar su postura ya sea en favor o en contra del muro fronterizo.
No solo eso, sino que esta semana la Junta de Supervisores aprobó con unanimidad una ordenanza para prohibir la entrada de objetos que podrían ser utilizados como armas en la zona de manifestación, tales como piedras, navajas, palos y spray pimienta, entre otros.
De infringir esta regulación, manifestantes estarían sujetos a una multa de mil dólares o ser detenidos por un delito menor.
Pero para activistas defensores de los derechos de inmigrantes en San Diego estas medidas son “exageradas” e innecesarias ya que aseguran no tener planes de realizar protestas en el sitio.
Christian Ramírez, director de la Coalición de Comunidades Fronterizas, organismo que engloba asociaciones civiles desde California hasta Texas, dice no tener conocimiento de que se haya convocado a alguna manifestación.
Además, enfatizó que en los más de veinte años que tiene como activista se han construido otros muros entre San Diego y Tijuana y en ninguna ocasión, se ha registrado alguna movilización que requiriera la intervención de las fuerzas del orden.
“Nunca hemos visto una situación en la que se ameritara tener una movilización policiaca como la que las autoridades dicen estar haciendo en estos momentos”, comentó. “Sí ha habido movilizaciones cuantiosas y en ningún momento hemos necesitado tener la presencia exagerada de los elementos policiacos”.
Si bien la construcción de los prototipos fue financiada con presupuesto de la Casa Blanca, eso no significa que el proyecto de un nuevo muro fronterizo con México sea un hecho.
Esto únicamente procedería si el Congreso aprueba un presupuesto, que se estima, podría superar los 20 mil millones de dólares para que se cumpla la que fuera la principal promesa de campaña del presidente Donald Trump.