Adrian Valenzuela Solano: El Mecánico Invidente

Redacción La Prensa San Diego

Adrian Valenzuela Solano junto con otras 12 personas forman parte del equipo de mecánicos de Bomberos de Tijuana.

Justo a sus cinco años de edad, la vida sorprendió a Adrián Valenzuela Solano dándole la primera gran prueba a superar en su camino cuando perdió la vista a una glaucoma congénito.

Aun así, las ganas de superarse no dejaron que la discapacidad visual lo limitara, y ahora su ejemplo de superación traspasa fronteras.

En Tijuana fue donde Valenzuela Solano encontró un propósito de vida, cual lo ha llevado a ser un ejemplo de que cuando uno quiere sobresalir si puede. A pesar de estar ciego, Valenzuela Solano es capaz de desarmar y reparar un motor mecánico.

“Un profesor que me tocó en la secundaria y algunas personas después tuvieron la idea de enseñarme las partes de un motor completo”, dijo Valenzuela Solano a La Prensa San Diego. “La paciencia de las personas que me ayudaron a aprender fueron las bases para mi y yo he puesto mi granito de arena también para seguir prosperando y tratar de actualizar mis conocimientos”.

No es un trabajo sencillo, y menos cuando tiene a su cargo reparar los camiones del Departamento de Bomberos de Tijuana.

Valenzuela Solano es uno de los encargados de detectar y reparar las fallas en los motores de las unidades de los tragahumos. En sus manos está la responsabilidad de que las máquinas de los bomberos lleguen a sofocar las llamas que amenazan con cobrar vidas o causar daños irreversibles en los inmuebles.

Hace seis años, Don Adrián fue puesto a prueba en el taller. Desde entonces el ha dedicado su compromiso con los Bomberos de Tijuana.

“Es un privilegio, y más que nada un orgullo ser parte de una institución que salva vidas y propiedades. Es motivacional para mi”, así lo indica Valenzuela Solano.

A cualquier experimentado mecánico profesional le puede tomar en promedio tres horas desarmar el pesado aparato del motor, pero a Don Adrián y sus manos les toma solo una hora más que alguien con su sentido de la vista.

Para él, sus manos son algo más que una herramienta básica de trabajo, sino que son sus mejores herramienta.

“Con las manos puedo detectar desgastes, puedo montar y desmontar partes y como tengo varios años en esto se me hace fácil detectar la medida de una tuerca o de una llave que tenga que utilizar también”, cuenta el mecánico.

Dentro del taller mecánico, que se encuentra a un lado de la Central de Bomberos, Valenzuela Solano junto con otras 12 personas  forman parte del equipo de mecánicos que presta sus servicios al Cuerpo de Bomberos de Tijuana. Pero de entre este grupo, Don Adrián sobresale no solo por el trabajo que realiza a pesar de su problema visual, sino por su sencillez y humildad, las cuales motivan e inspiran al resto de sus compañeros.

Cada mañana, desde muy temprano, Valenzuela Solano aborda un taxi de ruta y viaja más de una hora hasta llegar al sitio de trabajo que se encuentra a unos metros de la línea que divide a México y Estados Unidos.

Este mecánico actualmente está a punto de celebrar 20 años de matrimonio y es padre de un hijo de 16 años y una pequeña de siete años, quienes son el único motor de su vida.

Cada parte automotriz que llega a sus manos la echa andar, cual no es nada fácil. Mediante su experiencia y poder engranar su mente con el trabajo, Valenzuela Solano es miembro integral de un equipo de trabajo que mantiene a Tijuana segura.

La Prensa San Diego se enorgullece de reconocer el ejemplo de el Señor Adrian Valenzuela Solano y el ejemplo de superación que este da a nuestra comunidad binacional.

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