El USS Rafael Peralta es Formalmente Presentado en San Diego

<figure id="attachment_41449" aria-describedby="caption-attachment-41449" style="width: 300px" class="wp-caption alignright"><a href="http://laprensa-sandiego.org/wp-content/uploads/2017/07/3085509.jpg"><i… loading="lazy" class="size-medium wp-image-41449" src="http://laprensa-sandiego.org/wp-content/uploads/2017/07/3085509-300x199…; alt="" width="300" height="199" srcset="https://dev-laprensa.pantheonsite.io/wp-content/uploads/2017/07/3085509… 300w, https://dev-laprensa.pantheonsite.io/wp-content/uploads/2017/07/3085509… 1024w" sizes="(max-width: 300px) 100vw, 300px"></a><figcaption id="caption-attachment-41449" class="wp-caption-text">161216-N-DM751-001 BATH, Maine (Dec. 16, 2016) The future USS Rafael Peralta (DDG 115) successfully completed acceptance trials after spending two days underway off the coast of Maine. (U.S. Navy photo/Released)</figcaption></figure>
Karla Rivas cumplió su sueño de obtener la ciudadanía estadounidense a los pocos meses de enlistarse en la milicia.
La inmigrante peruana, y hoy integrante de la Marina, formó parte de una ceremonia de naturalización especial, ya que rindió juramento a bordo del buque USS Rafael Peralta, nombrado en honor a un infante de marina que murió en combate salvando la vida de sus compañeros.
El sargento Rafael Peralta nació en la Ciudad de México pero emigró a San Diego junto a su familia en donde se enlistó en las fuerzas armadas el mismo día que obtuvo su residencia legal permanente. Posteriormente, recibió la ciudadanía mientras servía en la Marina.
Por ello, es que autoridades estadounidenses quisieron honrar su memoria con una ceremonia de ciudadanía para diez soldados que al igual que él, aman defender a los Estados Unidos.
“(Es especial) porque es hispano”, dijo Rivas en relación al homenaje al sargento Peralta. “Se siente bonito, sí se puede llegar muy lejos al estar aquí”, agregó.
Peralta murió a los 25 años en un operativo en Faluya, Irak luego de que cubriera con su cuerpo una granada para salvar la vida de sus compañeros.
Por ello, fue nominado póstumamente para recibir la Medalla de Honor, que es considerada la más alta condecoración al heroísmo en las fuerzas armadas.
Sin embargo, en 2008 el gobierno estadounidense negó la petición argumentando dudas de que el soldado estaba consciente al momento de cubrir con su cuerpo la granada, hecho que desató indignación de algunos congresistas.
En 2015, la familia aceptó la Cruz de la Marina, el segundo reconocimiento más alto de su tipo de manos del entonces secretario de la Marina, Ray Mabus en una ceremonia realizada en Camp Pendleton.
La lucha por un homenaje a su heroísmo no cesó y fue entonces que se decidió nombrar un buque de guerra con el nombre del soldado de raíces mexicanas. 
El destructor de misiles guiados llevará consigo el legado y la historia de un héroe que “siempre quiso ser un norteamericano y servir a su país”, señaló durante su visita a San Diego Robert Neller, comandante del Cuerpo de Infantería de la Marina de Estados Unidos.
“Para nuestro Cuerpo de Infantería, para nuestras familias y nuestro país, este es más que otra embarcación, es una conmemoración de una vida y yo diría, la inmortalidad de un héroe”, dijo durante su discurso en la presentación del buque en la base naval de Coronado.
Ahora, casi diez años después del primer intento por obtener la Medalla de Honor podría haber un nuevo impulso para que Estados Unidos finalmente conceda este honor al último sacrificio.
El ex congresista Duncan L. Hunter, padre del congresista Duncan D. Hunter informó durante la ceremonia que ya hay pláticas con el Departamento de Defensa para que el caso del sargento Rafael Peralta vuelva a ser considerado.
“Esta lucha por la Medalla de Honor no ha terminado”, enfatizó Hunter, quien leía una carta enviada por su hijo quien no pudo acudir a la presentación del USS Rafael Peralta.
El buque de guerra viajará por todo el mundo llevando consigo la Cruz de la Marina que fue donada por la madre del sargento Peralta, además de su uniforme y un águila que tenía siempre en su recámara.
Rosa María Peralta, madre del sargento dio la bienvenida a los más de 300 tripulantes que a partir de ahora, formarán parte del USS Rafael Peralta que tendrá su base en San Diego.

Author

Alexandra Mendoza